Orden Público

Las críticas del uribismo en materia de seguridad en el periodo 2010 - 2014

Un alto deterioro en la seguridad ciudadana se registró durante el primer Gobierno de, según el senador Alfredo Rangel.

Las críticas del uribismo en materia de seguridad en el periodo 2010 - 2014

Con base en cifras oficiales del ministerio de Defensa, Rangel enumeró los diez delitos que más afectan a los habitantes de las ciudades y que se elevaron, según él, durante el primer período presidencial de Santos

“De acuerdo a los reportes, el hurto de motos se incrementó en 75%, el hurto a establecimientos comerciales se aumentó en 62%, las lesiones personales se incrementaron en 52%, el hurto a entidades financieras creció en 51%, el hurto a personas se aumentó se disparó en 50%  (más que todo el hurto de celulares). Asimismo, los delitos sexuales aumentaron en 47%, el hurto común subió un 47%, el hurto de vehículos un 45%, la violencia intrafamiliar creció el 40% y el hurto a residencias un 16%”, informó Rangel

Según análisis propios, las ciudades que tienen un comportamiento más crítico de la seguridad ciudadana son, en su orden, Villavicencio, Pereira, Armenia, Cali y Neiva. “Esas son –digamos- las que tienen los peores indicadores en estos delitos que les he mencionado”, sostuvo Rangel

Otras ciudades, que si bien no tienen la peor situación, pero sí muestran un deterioro mayor son: Bello (Antioquia), Bogotá, Ibagué, Palmira y Barranquilla. A la vez, las ciudades que han presentado un mejoramiento en su seguridad son: Sincelejo, Itagüí, Floridablanca y Valledupar

“En consecuencia estas cifras están demostrando que hay un deterioro evidente (de la seguridad) en las ciudades del país, deterioro que lo demuestran tanto las cifras oficiales como las encuestas de percepción”, enfatizó el Senador

Rangel instó al presidente Santos a rectificar o ratificar este informe. “Nos dirigimos al Gobierno Nacional para que rectifique estas cifras, para que nos diga si son reales, aunque estas tienen fuente en el ministerio de la Defensa. O en caso contrario, ratifique que estas son las cifras oficiales y reconozca el deterioro, no solamente de la seguridad nacional sino también de la ciudadana”, dijo el Congresista

Rangel recordó el reporte de seguridad nacional del Centro Democrático presentado en el Congreso la semana pasada, rechazado por Santos, y que su propio viceministro de Defensa, Jorge Enrique Bedoya, reconoció que estaba soportado en cifras oficiales

“Cuando el presidente Juan Manuel Santos señala como ‘mentirosas’ las cifras del Centro Democrático que están basadas en fuentes oficiales, ello se explica por una de dos circunstancias; uno, o al presidente Juan Manuel Santos no le interesa la seguridad del país y desconocen sus propias cifras oficiales, o dos, el presidente Santos conoce las cifras oficiales y le está mintiendo de manera deliberada y consciente al país ocultando el deterioro de la seguridad”, sostuvo. El senador consideró que las causas de este deterioro son “la ineficacia o la ausencia de las políticas públicas”, así como la ineficiencia de las estrategias de seguridad

“Hay un clima generalizado de desestimulo hacía la Fuerza Pública, que tiene que ver con estos diálogos de paz, donde el Gobierno está igualando a la Fuerzas Armadas con el terrorismo, a la situación de incertidumbre jurídica en que están tanto las Fuerzas Militares como la Policía Nacional, porque prácticamente el fuero militar y el fuero policial ha desaparecido del país”, explicó

Asimismo, mencionó “el incremento del narcotráfico en muchas zonas del país debido a que el Gobierno ha bajado la guardia en el combate al narcotráfico como lo evidencia el crecimiento de los cultivos ilícitos que ha señalado el Departamento de Estado en el Catatumbo, Cauca, Nariño, Caquetá y Putumayo. Eso también redunda en el fortalecimiento de las bandas del narcotráfico y en la criminalidad organizada”

Finalmente, detalló como otra consecuencia, lo que él llama el fortalecimiento de las bacrim. “El Gobierno no ha tenido una política suficientemente efectiva, por el contrario, en buena parte de su mandato sustrajo de la lucha contra las bacrim a las Fuerzas Militares argumentando que ese era un caso absolutamente policial y que las bacrim no eran actores del conflicto. Eso les dio mayor libertad de acción a estos grupos criminales”.

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