Salud y bienestar

Sexo sin cama

Sexo y cama están usualmente tan relacionados que para muchas personas es inconcebible el uno sin la otra.

Sexo sin cama

Al parecer, nuestra mayor comodidad para realizar el acto sexual actualmente depende de una posición en la que la gravedad no nos afecte mucho y permita ciertos movimientos con poco esfuerzo y suele ser la solución a esa inquietud el hacerlo “acostados en la cama”. Tanto es así que como sinónimo de realizar el acto sexual aparece la idea de “acostarse”. “Se acostó con…” es equivalente a “realizó el acto sexual con…”. Más aún, si en lugar de realizar el acto sexual se va a “hacer el amor”, entonces por un cuestionable respeto, dicen que ello se debe hacer en una cama

 No sabemos cómo se pasó de una animal posición dorsoventral (penetración desde atrás) a la que para muchos es la innegociable propuesta de satisfacer el deseo sexual en una cama y en la posición del monje (penetración ventroventral –de frente- y con él encima de ella)

 Sin negar que hacer el amor en una cama puede tener ciertas comodidades; debemos tener claro que la pasión y el amor no tienen una posición definida ni exclusiva y más bien impulsan a la aventura de ignorar o posponer la cama para así hacer el amor parados, sentados, acostados, reclinados, etc. en cualquier otro mueble u objeto que por sus características determinará una posición novedosa con las consiguientes novedades en la sensación y en el placer

 No es lo mismo hacer el amor en una cama que en un sofá, en una silla, en una hamaca, sobre una mesa, sobre una repisa, etc. No es lo mismo hacer el amor en una cama que en un carro, en un ascensor, en una escalera, en un baño, en una oficina, en un avión, etc

 Lo que cambia no es solamente el sitio, sino que la aparente comodidad o incomodidad de estas situaciones diferentes ofrecen tanto sensaciones diferentes como emociones diferentes

 Las posiciones sexuales no son entonces un catálogo del que se extraigan ideas que se van chuleando a medida que se cumplen, sino el resultado forzoso de adaptarse para aparearse sexualmente en la situación o en el ambiente inmediato. No se necesita leer el Kamasutra para identificar la posición sexual más adecuada dentro de un carro, en una hamaca, en el baño de un avión o en un cuarto de sanalejo

 Hacer el amor en estos sitios o situaciones no solamente implica asumir posiciones novedosas y disfrutar contactos físicos diferentes, penetraciones diferentes y movimientos y esfuerzos diferentes; sino que, adicionalmente, implica también disfrutar de las emociones resultantes de sentirse aventureros, vividores, clandestinos, atrevidos y únicos (las personas suelen pensar que ellas son las únicas que lo hacen)

 Cuando la gente se pregunta cómo hacer para romper la rutina de su vida sexual, lo primero que debe tener en cuenta es cambiar el sitio o la situación para hacer el amor y ya con ello tendrá una buena dosis de novedad

 Atrévase.

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