Economía

Se jubilaron los últimos 90 caballos que trabajaban en Bogotá

Según la Alcaldía, a partir del 1 de enero, los que aún recorran las calles de la capital colombiana serán decomisados.

Se jubilaron los últimos 90 caballos que trabajaban en Bogotá

Tras una prórroga de casi dos años, la Secretaría de Movilidad "jubiló" los últimos 90 caballos y burros censados que trabajaban en vehículos de tracción animal en Bogotá, ya que a partir del 1 de enero, los que aún recorran las calles de la capital colombiana serán decomisados, informó la Alcaldía. Con los 90 caballos jubilados se completó un grupo de 2.500 que dejaron las calles para vivir en establos certificados y fincas cercanas a Bogotá

Sin embargo, el concejal del movimiento MIRA, Jairo Cardozo, aseguró que aun quedan cerca de 600 caballos que no entraron en los censos de la Alcaldía y también deben salir de las calles

Así mismo, la Alcaldía ha denunciado que muchos carreteros de municipios cercanos han venido a trabajar en Bogotá con el fin de recibir los beneficios del programa. Por su parte Cardozo pide a la administración distrital realizar un nuevo censo ya que no todos los carreteros son foráneos

La Secretaría de Movilidad Distrital informó de que la entrega de los animales se hizo en la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales (UDCA), entidad encargada de cuidar a los animales hasta que sean adoptados. El decreto 1666 de 2010 fijaba la fecha del 31 de enero de 2012 como el límite para que los grandes municipios colombianos buscaran alternativas a las carretas, con el fin de acabar con una estampa que hacía retroceder en el tiempo, pero la capital del país ha tardado casi dos años en poder implementar esta norma. En pleno siglo XXI, Bogotá, ciudad con unos ocho millones de habitantes, un gran tráfico de vehículos e inmersa en un proceso de modernización, era una de las últimas capitales latinoamericanas en la que era habitual la convivencia de conductores y peatones con vehículos de tracción animal. Hace dos años eran unas 2.500 las "zorras" que recorrían diariamente esta gran urbe, según el censo de la Alcaldía de Bogotá, la mayoría dedicadas al chatarreo, tal y como llaman los propios "zorreros" al reciclaje. Hoy, a menos de una semana de que la norma entre en vigencia, los últimos "zorreros" que se acogieron al programa de la Alcaldía para sustituir sus animales por vehículos motorizados o un plan de negocios de 23 millones de pesos (unos 12.000 dólares), entregaron los burros y caballos. A partir del 1 de enero, las autoridades sancionarán a los conductores y propietarios que aún insistan en el uso de estos vehículos y se decomisarán los animales, cuyo número se calcula en cerca de un millar que no se acogieron a la nueva norma.

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