Misterios y creencias

Eduardo, ocho años viviendo en el San Juan de Dios

La vida de Eduardo Pereira ha estado ligada desde siempre al Hospital San Juan de Dios. Cuenta que nació allí y fue bautizado en el centro asistencial.

Eduardo, ocho años viviendo en el San Juan de Dios

La vida de Eduardo Pereira ha estado ligada desde siempre al Hospital San Juan de Dios. Cuenta que nació allí y fue bautizado en una pequeña iglesia que se encuentra dentro del centro asistencial

Eduardo ya completa 19 años trabajando en el Hospital San Juan de Dios como operario de Servicios Generales, y según él, la cuenta sigue, pues hasta el momento su patrón no ha venido a despedirlo

Hace 8 años llegó a vivir a las instalaciones del viejo hospital acompañado de su esposa, tres hijos y su suegra. La difícil situación financiera tras el cierre del San Juan lo obligó a dejar la casa que poco a poco venía construyendo cerca al Aeropuerto El Dorado

“Tenía un préstamo del banco y llegó la crisis. Dejé de recibir mi salario, y luego mi madre falleció. Al año me di cuenta que la deuda se me salía de las manos. Me resigné a perder la casa y me vine para acá”, dice

Paradójicamente durante los años que ha vivido dentro del que era el hospital más importante del país, Eduardo ha visto morir a dos de los miembros de su familia por falta de atención médica

“Mi hijo murió por una peritonitis, no recibió atención oportuna, y hace 4 meses murió mi suegra que tenía 91 años, por una neumonía”

Hoy Eduardo vive en el segundo piso de la Unidad de Salud Mental del San Juan, donde ha convertido los consultorios en improvisadas habitaciones y los pasillos que conectan con las cámaras de Gesell en su sala y comedor

Luego de crecer en medio de lo que fue la Unidad de Salud Mental, una de las hijas de Eduardo está a punto de graduarse como sicóloga, mientras que la menor juega en compañía de sus amigas a ser doctora en los olvidados consultorios que aun conservan camillas, tensiómetros y hasta medicamentos de la época

“El día a día en el San Juan es un reencuentro con los compañeros que vienen a firmar la lista de asistencia. Desmoraliza ver el deterioro físico y sicológico de todos. Ya llevamos 12 años en esto. Estamos reclamando unos derechos que son legales”, asegura

A pesar de que no cuenta con los recursos para contratar un contador público que le ayude, Eduardo asegura que en total le deben 10 años de salario además de sus prestaciones y la pensión

“Yo estoy pidiendo que haga presencia mi patrón y si no me necesita más que me saque y me pague. A mí me deben más o menos 10 años de salario, más mi liquidación y mis prestaciones”

Sin embargo vivir en el San Juan no es fácil. Él y varios de sus compañeros aseguran que la liquidadora de la Fundación San Juan de Dios les ha hecho la vida imposible, y denuncian ataques que van desde agresiones verbales hasta fumigaciones con químicos que contienen Glifosato

“Hubo un compañero herido en un pie por un disparo porque ella dio la instrucción de no entrar nada acá, a él le regalaron un televisor y una nevera. Cuando intentó ingresarlos los vigilantes dijeron que estaba prohibido, y en medio de la discusión ocurrió la agresión”, aseguró

Eduardo asegura que continuará en el hospital hasta tanto sus patrones cumplan con sus pagos, que no son más que los derechos adquiridos por una vida al servicio de San Juan de Dios.

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