Cultura

Daños irreparables a estatuas arqueológicas de San Agustin

Desconocidos optaron por pintar, con colores similares a los originales, las esculturas sin tener en cuenta que su desgaste lo había causado el paso de cientos de años

Daños irreparables a estatuas arqueológicas de San Agustin

El Instituto Colombiano de Antropología e Historia, ICANH, denunció el daño irreparable que desconocidos le causaron a dos esculturas arqueológicas de San Agustín en el departamento del Huila

Los hechos habrían ocurrido el pasado siete de marzo en dos vestigios indígenas hallados en 1984 en inmediaciones de la vereda El Purutal, a cinco kilómetros de San Agustín. Los desconocidos optaron por pintar, con colores similares a los originales, las esculturas sin tener en cuenta que su desgaste había sido ocasionado por la exposición a la luz durante centenares de años, características que le imprimían autenticidad a las esculturas

Según la máxima autoridad arqueológica: Los daños son irreparables, teniendo en cuenta que las esculturas del sitio El Purutal, esculpidas, como todas las de esta zona del país, sobre roca volcánica (toba), se destacan por ser las únicas tallas que conservan (conservaban, debemos decir ahora) su pintura policroma original, realizada con pigmentos naturales en rojo, amarillo, blanco y negro. Otro singular aspecto de estas esculturas es que, a diferencia de la mayoría, se conservan en su ubicación original, donde fueron halladas por el ex trabajador del parque, Baudelino Grijalva y excavadas y referenciadas por el arqueólogo Julio Cesar Cubillos en 1984

Es necesario tener en cuenta que la exposición de las esculturas como de otros bienes arqueológicos, excavados a las condiciones medioambientales, en muchos casos, ocasiona pérdidas lentas e irreversibles de sus características físicas originales. En este caso particular, los colores originales habían perdido nitidez por la exposición a la luz, haciendo imposible devolverlas a su estado original sin alterar la autenticidad e integridad de las mismas. De ahí que hoy en día solo se proceda a realizar excavaciones arqueológicas cuando ello se considere absolutamente indispensable en razón de su conocimiento, comprensión, protección y conservación

En el marco del plan de manejo del Parque Arqueológico de San Agustín, anualmente el ICANH desarrolla programas y proyectos de limpieza, conservación y protección, adelantados por expertos arqueólogos y restauradores, en sitios que no se encuentran, como los predios del Parque Arqueológico propiamente dicho, bajo vigilancia directa y permanente del ICANH, sino que están localizados en predios de propiedad privada, en el área de influencia del parque, en parajes o veredas tales como: El Purutal, La Pelota, La Chaquira, El Jabón, Quinchana, La Parada, Pradera, Quebradillas, Tabor, Granada, Betania, entre otros

Los vestigios arqueológicos de El Purutal han sido objeto de estudios e intervenciones por parte del ICANH en el pasado; cabe resaltar los trabajos adelantados en 1999 para identificación de pigmentos presentes en las esculturas y determinación de la técnica de pintura de las mismas. En el año 2000 el ICANH, con el apoyo de la Fundación de Investigaciones Arqueológicas Nacionales, FIAN, adelantó el proceso de conservación que implicó la limpieza superficial de las esculturas, pruebas de consolidación sobre áreas de color y mantenimiento general de la tumba

En el año 2005 vecinos del sitio alertaron al ICANH por posible intento de hurto de la cabeza de una de las esculturas (la No. 162), razón por la cual se hizo necesario hacer un trabajo de reubicación de la cabeza de la escultura que había sido girada hacia la izquierda, hacer limpieza de la policromía e intervenir nuevamente las esculturas a nivel de conservación aplicando un adhesivo para piedra, con el fin de fijar la cabeza a la escultura y evitar el posible hurto de la misma. Esta labor fue desarrollada por restauradores especialistas en este campo

En el año 2010, se presentaron alteraciones, aparentemente no provocadas por acción humana, del pigmento negro en las esculturas, el cual se extendió en forma de manchas negras intensas que se encuentran en proceso de análisis, pero se presume que sean una alteración natural del pigmento negro producida por los altos niveles de lluvia y humedad que se han presentado durante los últimos meses en la zona. En ese momento se tomaron muestras de las pigmentaciones negras y se realizaron pruebas de limpieza y solubilidad de las mismas. Se hizo además mantenimiento general de los montículos funerarios de El Purutal, que consistió en retirar la maleza, el polvo y los excrementos de insectos, además de devolver las lajas del montículo, movidas por acciones de vandalismo, a su posición original

En este momento, restauradoras del ICANH se encuentran en el sitio realizando una evaluación de los daños ocasionados a estas singulares e invaluables esculturas. A partir de análisis y pruebas con disolventes, se buscará definir un procedimiento que permita mitigar el efecto negativo de la capa de pintura aplicada sobre la pintura original. Desafortunadamente, se ha encontrado que, dadas las características porosas de la roca, esta absorbió rápidamente el color, por lo que se presenta una pérdida irreversible de la policromía original. Adicionalmente, las esculturas fueron “lavadas” con cepillo antes de ser aplicado el color, acción que ocasionó erosión en la superficie de la piedra. Esta intervención es una alteración grave e irreversible sobre el patrimonio arqueológico

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