Economía

Israel garantiza a Palestina que la Franja de Gaza recibirá ayuda humanitaria

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, garantizó al presidente palestino, Mahmud Abás, en una reunión que mantuvieron en Jerusalén, que Israel no permitirá que se produzca una crisis humanitaria en la franja de Gaza.

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, garantizó hoy al presidente palestino, Mahmud Abás, en una reunión que mantuvieron en Jerusalén, que Israel no permitirá que se produzca una crisis humanitaria en la franja de Gaza.
La situación en ese territorio, controlado por el movimiento islámico Hamás y habitado por 1,5 millones de palestinos, centró buena parte del cuarto encuentro que ambos mandatarios celebran desde que emprendieron en diciembre las negociaciones de paz.
La reunión, que tuvo lugar en la residencia oficial del primer ministro israelí, se produce después de que milicianos palestinos hicieran volar parte de los tramos de la frontera sur de Gaza, dando paso a una avalancha humana que cruzó al territorio egipcio, sin que por el momento El Cairo haya podido impedirlo.
Olmert y Abás tratan de apuntalar el proceso de paz iniciado en Annapolis, después de varias crisis en el último mes, que sin embargo no han impedido que continúe el diálogo entre las partes.
Israel ha lanzado operaciones militares, bloqueado los pasos fronterizos e impedido el libre flujo de combustible y ayuda sanitaria a la franja mediterránea en represalia por el incesante disparo de cohetes contra su territorio, a lo que se ha venido a sumar la cuestión de la frontera reabierta y bajo control de Hamás.
"Los dirigentes analizaron en profundidad la situación en la franja de Gaza", explicó a Efe el portavoz del jefe del Gobierno israelí, David Baker, antes de reseñar que "Olmert le aseguró a Abás que Israel impedirá que se produzca una crisis humanitaria".
Pese a que el portavoz no precisó si Israel permitirá que la población civil de la franja reciba más ayuda, el Ejecutivo israelí proveerá de forma regular combustible industrial para la única planta de electricidad, según comunicó hoy la Fiscalía General del Estado.
En la entrevista Olmert y Abás estudiaron además las "vías para hacer avanzar el proceso de paz", aunque la cuestión de los pasos fronterizos de Gaza no fue abordada, pues el presidente palestino la analizará el miércoles con su homólogo egipcio, Hosni Mubarak, añadió el portavoz israelí.
La cita, de más de dos horas de duración, contó al principio con la participación de los líderes de los respectivos equipos negociadores -la ministra de Asuntos Exteriores israelí, Tzipi Livni, y el ex primer ministro palestino Ahmed Qurea- para después convertirse en un cara a cara.
El jefe negociador de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, confirmó en una rueda de prensa en la ciudad cisjordana de Ramala la promesa israelí de impedir una crisis humana en la franja mediterránea.
También reveló que las partes trataron otras cuestiones como la situación de los presos palestinos, los asentamientos judíos o el bloqueo israelí.
Erekat señaló que Abás le expresó a Olmert que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) desea y puede retomar el control de la terminal fronteriza de Rafah, aunque no especificó de qué manera.
El control de la frontera sur de Gaza, según un acuerdo alcanzado en 2005, incumbe a varias partes: Israel, la ANP, Egipto y la UE, razón por la cual Abás espera poder analizar la cuestión con Mubarak antes de presentar una propuesta formal a la parte israelí.
El líder palestino, reacio a dialogar con Hamás, desea que el paso sea reabierto y que sus fuerzas se hagan responsables de la terminal de Rafah, alegando que de esta manera las sanciones económicas israelíes impuestas a la franja se relajarán.
Pero por otro lado rechaza mantener contacto directos o compromisos con Hamás hasta que el movimiento islámico, que tomó por la fuerza la franja de Gaza en junio, tachado por Abás de "golpe de estado", devuelva el control de ese territorio.
Israel, por el contrario, espera que sea El Cairo el que selle el límite territorial del sur de Gaza, de unos 12 kilómetros, se haga cargo de la situación e impida la entrada de armamento y munición, posteriormente utilizado por las milicias para atacar su suelo.

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