Economía

La ciudad de Gaza se queda a oscuras a causa del bloqueo israelí

La ciudad de Gaza ha quedado a oscuras después de que la única central eléctrica de la franja se haya visto obligada a interrumpir su suministro a causa de la última vuelta de tuerca de Israel en su campaña contra las milicias palestinas.

La ciudad de Gaza ha quedado a oscuras después de que la única central eléctrica de la franja se haya visto obligada a interrumpir su suministro a causa de la última vuelta de tuerca de Israel en su campaña contra las milicias palestinas.
La central, que cubre un tercio del consumo eléctrico en la franja, agotó hoy sus reservas de fuel, tres días después de que Israel cerrara todos los pasos fronterizos con Gaza, en represalia por el lanzamiento de cohetes artesanales contra su territorio.
"Nos hemos quedado sin fuel y hemos parado de proveer de electricidad a la franja", explicó a los medios de comunicación, el responsable de la central, Rafiq Maleiha.
El corte del servicio ha dejado complemente entre tinieblas la ciudad de Gaza y los campos de refugiados de Al-Bureij y Nuseirat, al sur de la capital, es decir, a un tercio del millón y medio de habitantes de la franja.
"No sabemos qué pasará ahora. Tiene que haber una solución" porque "si no hay electricidad, el agua no podrá llegar a las plantas superiores en los edificios altos", advierte uno de los residentes.
"La vida se va a detener por completo en cada casa, cada factoría, cada calle y cada hospital", lamenta otro local, Mohamed Nasralá, de 45 años y padre de cuatro hijos.
El líder del Comité Palestino contra el Bloqueo, el diputado independiente Jamal al-Judari, recalcó, por su parte, que Gaza -donde el ochenta por ciento de la población come cada día gracias a la solidaridad internacional- vivirá una crisis humanitaria si Israel mantiene el cierre de los pasos.
El pasado jueves, el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, ordenó el cierre de todas las terminales fronterizas con la franja, incluyendo las humanitarias, y, con ello, el fin del flujo de combustible para la central eléctrica y gasolineras, así como la entrada de productos alimentarios básicos y medicamentos.
Estos bienes eran los únicos que Israel permitía llegar a la franja desde que el pasado junio Hamás expulsara de Gaza a las fuerzas leales al presidente palestino y líder de Al-Fatah, Mahmud Abás.
El Sindicato Palestino de Estaciones de Servicio cifra en 180 las gasolineras que han dejado de operar por falta de género, mientras que el Consejo palestino de Industrias calcula en 3.900 las fábricas forzadas a echar el cierre o a trabajar con generadores eléctricos.
En octubre, el Ejecutivo israelí de Ehud Olmert ya había aprobado reducir parcialmente su flujo de combustible y electricidad a Gaza, tras declararla "territorio enemigo".
Hasta entonces, Israel proporcionaba dos tercios del consumo eléctrico total y Egipto un nueve por ciento. El resto era cubierto por la central que dejó hoy de operar.
Esta planta fue destruida por la Fuerza Aérea israelí en junio de 2006, dos días después de que milicianos palestinos capturaran al soldado israelí Guilad Shalit, aún cautivo. Cuatro meses más tarde fue reconstruida.
La actual "guerra de desgaste energética" va acompañada de la mayor ofensiva militar israelí en Gaza desde entonces.
Desde el pasado martes, 38 palestinos -once de ellos civiles- han perdido la vida en "asesinatos selectivos" y enfrentamientos con el Ejército israelí, que trata así de frenar el lanzamiento de cohetes Al-Kassam contra su territorio.
Hoy, un miliciano palestino ha muerto y otros tres han resultado heridos en un ataque aéreo israelí en el norte de la franja de Gaza tras activar estos proyectiles, informaron fuentes médicas de la zona.
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, señaló hoy que estas acciones "son una clara expresión de nuestra falta de voluntad en adquirir compromisos con los terroristas y de nuestro deseo de golpearles con toda nuestra fuerza" hasta que cejen en el lanzamiento de proyectiles.
El movimiento islamista Hamás aseguró hoy haber lanzado en los seis días de ofensiva 160 cohetes Al-Kassam y cien proyectiles de mortero.
En este sentido, el portavoz de Hamás en Gaza, Sami Abu Zuhri, aconsejó a Israel que "si quiere parar los ataques con cohetes desde Gaza, debe detener primero su escalada (militar) y las masacres" contra el pueblo palestino.

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