El "toque-toque" y el "manoseo" constante en Transmilenio

Por Sair Buitrago Medina
Tres personas judicializadas cada semana por riñas en el sistema de Transmilenio y dos denuncias de contactos sexuales irregulares cada día, han alcanzado a contabilizar en distintas épocas las autoridades de Bogotá como consecuencia del hacinamiento que se registra en el servicio de transporte masivo especialmente en las "horas pico".
Hasta hace algunos meses las cifras sobre quejas de mujeres tocadas en medio de la muchedumbre eran más altas; sin embargo, después de la célebre condena de cuatro años de prisión a Víctor Alfonso García, el hombre que tocó las nalgas a Diana Marcela Díaz, esos comportamientos empezaron a bajar aunque las quejas de las mujeres se mantienen.
El "toque-toque" es más fuertes en las horas pico y en los buses expresos; curiosamente muchas de las mujeres consultadas por Caracol Radio señalaron que no denuncian por que la situación ya es muy normal, o porque no saben ante quien hacerlo, o porque sencillamente creen que perderán tiempo innecesariamente.
Inclusive las autoridades reportaron que hace algunos meses fue sorprendido un hombre cuando se masturbaba dentro de uno de los articulados. Cuando intentaron entregarlo a la fiscalía no fue recibido, por lo que lo llevaron a la UPJ en donde permaneció algunas horas pero después quedó libre.
En lo corrido del año, según cifras de Medicina Legal, se han presentado a nivel nacional 31 dictámenes por abusos en servicio público de los cuales 13 se han reportado en Bogotá.
Fuentes de la policía de Transmilenio señalaron que las estaciones más complejas, en cuanto al desorden por la presencia masiva de pasajeros son la calle 100, el Virrey, la calle 85, la Carrera 13 con 30 y los portales del norte y la 80, y según las mismas autoridades se quedaron pequeños ante la alta demanda del sistema.
Usuarios ponen a prueba sus niveles de tolerancia
El sistema Transmilenio además de extenderse por toda la ciudad ha llegado a poner a prueba la paciencia y tolerancia de los capitalinos que deben soportar todo tipo de empujones y empellones especialmente en las horas pico.
Un empujón, una disputa por un puesto y la falta de control en las filas de ingreso a los vehículos son algunos de los incidentes que terminan en pequeñas riñas que pueden pasar por una andanada de insultos hasta un par de golpes.
Esos encuentros muy pocas veces se reportan y el procedimiento establecido por la Policía es bajar de los buses a los púgiles, pedir sus documentos y si están calmados permitir que ingresen al sistema en vehículos diferentes. Si no se supera la disputa son sacados del sistema.
Voceros de la Policía señalaron que en la mayoría de esos casos no hay lesiones personales y las partes prefieren evitar que el problema se agrande por lo que no se presentan denuncias formales.
Así mismo reconocieron las autoridades que se presentan muchos inconvenientes en las taquillas del sistema, muchas veces ocasionados por la mala atención de los trabajadores encargados de vender las tarjetas.
Igualmente se conoció que la Policía de Transmilenio ha enviado al menos dos oficios a las directivas del sistema para que se aumenten las frecuencias de los buses, se definan filas y puertas de ingreso y salida a los vehículos, con el fin de reducir la congestión, mejorar la seguridad y hacer menos difícil la convivencia en el sistema.
Afirmó la fuente que Transmilenio desde el año 2.005 no da un peso para mejorar la seguridad en el sistema, en ese año se compraron unos chalecos y equipos para los uniformados, desde ese momento no han llegado nuevos recursos.
Hoy la Policía tiene 900 uniformados que deben garantizar durante la operación del sistema la seguridad de los usuarios, deben controlar las disputas de los ciudadanos, proteger la honra de las mujeres e inclusive en muchos casos terminan proporcionando ellos la información sobre las rutas que deben tomar los capitalinos.