Benedicto XVI: No hay que temer por la muerte del cuerpo, sino del alma

El papa Benedicto XVI ha asegurado hoy que no hay que temer a la muerte del cuerpo, sino la del alma durante la catequesis impartida, antes del tradicional rezo del Angelus dominical, a los miles de católicos congregados en la Plaza de San Pedro.
Tras recordar que las festividades litúrgicas de esta semana, el Día de Todos los Santos y el Día de Difuntos, ayudan a reflexionar sobre la muerte, el Papa arremetió contra "la llamada 'civilización del bienestar', que busca a menudo removerla de la conciencia de la gente, ocupada toda por las preocupaciones de la vida cotidiana".
"Morir, en realidad, forma parte del vivir y ello no sólo al final sino, como se puede ver bien, en todo instante", afirmó el Pontífice, que añadió: "A pesar de todas las distracciones, la pérdida de una persona querida nos hace redescubrir el 'problema'" de la muerte.
El redescubrimiento de la muerte "nos hace sentirla como una presencia radicalmente hostil y contraria a nuestra natural vocación a la vida y a la felicidad".
El Pontífice explicó entonces que "de la muerte del cuerpo no se debe tener miedo, según nos recuerda la fe, porque es un sueño del cual seremos un día despertados".
"La verdadera muerte, la que hay que temer, es aquella del alma, que el Apocalipsis llama 'segunda muerte'. De hecho, quien muere en pecado mortal, sin arrepentimiento, cerrado en el orgulloso rechazo del amor de Dios, se excluye del reino de la vida", concluyó Ratzinger.
Tras rezar el Angelus, Benedicto XVI saludó a los peregrinos católicos presentes en El Vaticano, entre ellos los españoles y latinoamericanos, a los que deseó "feliz domingo".