Conmoción en las FFMM por video porno

Como lo informó en su momento Caracol Radio, hay conmoción en Las Fuerzas Militares por una serie de fotos y un video bastante explícitos de miembros de la Armada y de la Fuerza Aérea sosteniendo relaciones sexuales en grupo.
Entendiendo que media aquí el respeto a la intimidad de las personas involucradas en este material, pero entendiendo también que por el hecho de ser todos miembros de la Armada y de la Fuerza Aérea, Caracol Radio ha podido establecer la trasescena de los hechos que desembocaron en este episodio.
Hace unas semanas se produjeron en la Armada unas sanciones a uniformados de la institución por motivos que estos hombres sancionados consideraron de menor importancia, uno de ellos, para dar una idea del asunto, la pérdida de una parte del uniforme. Uno de estos uniformados, recordó entonces que un compañero suyo de contrainteligencia le había revelado muy discretamente ocho fotografías y un video en los que se registraba una emotiva "faena sexual" cuyos protagonistas eran una teniente de la Armada, una suboficial de la Fuerza Aérea (que había sido secretaria de un alto oficial) y un mayor de combate de la FAC.
Este hombre redactó entonces un correo anónimo en el que junto al material gráfico iba un texto en el que , palabras más palabras menos, manifestaba que era el colmo que sucedieran cosas tan graves en la institución desde el punto de vista de la moral y el buen comportamiento de servidores públicos y que no hubiera sanción ejemplar, mientras que faltas de menor calado fueran objeto de sanciones muy estrictas.
Ese anónimo lo hizo llegar al almirante Mauricio Soto Gómez, comandante de la Armada. Ese mail lo recibe el Comando en abril de este año.
La alta oficialidad de la Armada reconoció en las fotos a una teniente de la institución, que es homónima de una famosa modelo y actriz colombiana. Pero se determinó entonces que, por el hecho de no aparecer en ninguna de las fotos uniformes o prendas propias del servicio. Se trata de un material que comprometía la intimidad de los oficiales. La teniente, sin embargo, que en ese momento estaba al frente de una ayudantía en el Comando, fue trasladada a un cargo administrativo.
Descontento por el resultado del anónimo, el militar ofendido, mandó entonces el anónimo al general Edgar Lezmes, comandante de la Fuerza Aérea, con la esperanza de que en esa fuerza se tomaran los correctivos que el consideraba adecuados, teniendo en cuenta que había un piloto implicado. Tampoco hubo un efecto contundente, a pesar de que las fotos eran bien explícitas.
Así las cosas, hace un mes largo, el mail llega a manos de un reconocido periodista que cubre la fuente militar en un medio masivo de comunicación. El periodista evalúa el material y lo consulta con las directivas del medio, quienes de manera muy prudente, llegan a la conclusión de que se trata, como en su momento habían considerado el almirante Soto y el general Lezmes, cuestiones que pertenecen a la esfera de la intimidad y deciden no hacer publicación alguna.
El oficial, promotor de los envíos, toma entonces la determinación de hacer llegar las fotos a numerosos correos pertenecientes a oficiales de la Armada, la FAC, el Ejército y también a despachos oficiales, a ministerios e incluso a embajadas y consulados. Los envíos, se ha podido establecer, se hicieron desde un café internet muy cerca de Colsubsidio de la 26, en Bogotá. La investigación continúa y habrá, seguramente, sanciones...pero la gran pregunta es cuál es el contenido de las fotos.
Caracol Radio tiene la respuesta: se trata de ocho fotografías, tres de ellas en las que dos mujeres, la teniente de la Armada y la suboficial de la Fuerza Aérea, aparecen totalmente desnudas, abrazadas, besándose y tocándose. En dos de ellas, una de las protagonistas del episodio está desnuda sobre una mesa de billar en poses muy reveladoras de su anatomía íntima...en otras, las mujeres, desnudas, se abrazan y posan con el mayor. El video es otra cosa: se trata de un episodio en primer plano de sexo oral.
En foto alguna o parte del video se observan uniformes o detalles que revelen que el encuentro sexual se llevó a cabo en instalaciones militares, ni de la Armada ni de la Fuerza Aérea, pero todos esos elementos son materia de una investigación que se adelanta actualmente.