Justicia

Autoridades preocupadas por la cantidad de demandas de alimentos de padres contra los hijos

La Fiscalía reporta entre dos y tres casos mensuales de padres que demandan alimentos de sus hijos y las denuncias no precisamente son interpuestas por los padres sino por terceros, ya que por vergüenza los progenitores no denuncian

La Fiscalía reporta entre dos y tres casos mensuales de padres que demandan alimentos de sus hijos y las denuncias no precisamente son interpuestas por los padres sino por terceros, ya que por vergüenza los progenitores no denuncian.
La coordinadora del Servicio de Atención al Usuario (SAU) de la Fiscalía , Elizabeth Arango, señaló que la denuncia se hace cuando el adulto mayor sufre una situación extrema de abandono pese a estar bajo el cuidado de los hijos, que en muchos ocasiones no tienen solvencia económica.
La funcionaria dijo que cuando las partes se presentan ante la Fiscalía se realiza una sensibilización donde se intenta concientizar los hijos de las obligaciones que tienen con los padres, según lo señala la Constitución y el Código Penal.
El Código sanciona la inasistencia alimentaria con uno a tres años de cárcel y multas entre tres y siete millones de pesos.
Cuando las familiar son de escasos recursos se interponen cuotas alimentarias de $15.000 pesos y en muchas ocasiones son obligadas por el juez a visitar y llevar al médico a sus padres.
Los padres cuando son abandonados y se someten a un proceso de reclamación de alimentos, son valorados por médicos legistas que encuentran que sus complicaciones son severas en cuanto a desnutrición y deficiencias por inasistencia médica
El director de Medicina Legal y Ciencias Forenses, Máximo Alberto Duque, dio a conocer que los quebrantos de los padres abandonados obedecen en su gran mayoría a complicaciones en la tensión arterial, diabetes y problemas dermatológico.
Según las investigaciones es muy frecuente que los hijos se apropien incluso del dinero de sus padres y luego los abandonen en ancianatos o los dejen en inquilinatos.
El Testimonio
Don pedro Ramírez tiene 92 años, es oriundo del departamento de Tolima y trabajo en el campo por sus cinco hijos durante 40 años, sin embargo se encuentra postrado en una cama de un ancianato al sur de Bogotá.
Aunque cada uno de sus hijos tienen finca, éste anciano asegura que ellos no le colaboran para nada. "al principio me ayudaron 2 0 3 de los muchachos, pero a lo que me vieron más jodido no me volvieron a pasar nada", cuenta don Pedro en medio de la tristeza.
Mientras se toca su cintura por las dolencias de su edad, dice que nunca pensó llegar a ese estado y menos sabiendo que tenía 5 hijos que garantizarían su vejez. "Estar en un ancianato es duro, uno acostumbrado a trabajar toda la vida y hoy verse aquí sin hacer nada".
Al tiempo que se agarra su cenizo cabello a dos manos, don Pedro cuenta que durante mucho tiempo le tocó vivir humillaciones en las avenidas de Bogotá "la gente no le importaba si desayunaba o almorzaba. No me daban trabajo en ningún lado, yo estaba muy enfermo, por eso decidí buscar refugio en este hogar" dice el anciano.
Entre palabras pausadas confiesa que necesita la colaboración de sus hijos para su medicina, su alimentación y una mejor calidad de vida, sin embargo reconoce que "ellos no me paran bolas y ni me atienden en nada".
Don Pedro ignora los deberes alimentarios que sus hijos tienen para con él. "Yo no sabia nada de eso, yo vivo en la pura oscuridad de ésta pieza, yo solo se lo que es sufrir".
En el ancianato Canitas junto a don Pedro hay 18 historias más de hombres y mujeres que lucharon por sus hijos y hoy, les dieron la espalda.

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