Cultura

Se confiesa "Popeye", mano derecha de Pablo Escobar

En exclusiva para Hoy por Hoy Fin de Semana de Caracol Radio, la periodista Astrid Legarda revela detalles de cómo escribió "El verdadero Pablo: Sangre, traición y muerte". En el libro, que sale al mercado la próxima semana, Jhon Jairo Velásquez Vásquez, alias "Popeye", lugarteniente de Pablo Escobar Gaviria, se confiesa. Legarda le contó a Caracol Radio episodios tan significativos como los de las relaciones entre Escobar Gaviria y los líderes del gobierno cubano y el del presunto encuentro entre "Popeye" y Gabriel García Márquez

En exclusiva para Hoy por Hoy Fin de Semana de Caracol Radio, la periodista Astrid Legarda revela detalles de cómo escribió "El verdadero Pablo: Sangre, traición y muerte". En el libro, que sale al mercado la próxima semana, Jhon Jairo Velásquez Vásquez, alias "Popeye", lugarteniente de Pablo Escobar Gaviria, se confiesa. Legarda le contó a Caracol Radio episodios tan significativos como los de las relaciones entre Escobar Gaviria y los líderes del gobierno cubano y el del presunto encuentro entre "Popeye" y Gabriel García Márquez.
Velásquez Vásquez cuenta cómo el último contacto del que tuvo conocimiento entré Fidel Castro y Escobar Gaviria fue cuando el capo lo envió a los Estados Unidos para comprar un misil Stinger tierra-aire. El vuelo hacía escala en la Ciudad de México, y Escobar Gaviria, conociendo la amistad de Fidel Castro con Gabriel García Márquez, le pidió hacerle llegar una comunicación a Castro que, según Velásquez Vásquez, le entregó en un grueso sobre sellado. "Popeye" jamás supo el contenido del envío pues las comunicaciones de Escobar, dice, "eran sagradas".
Velásquez Vásquez llegó al aeropuerto Benito Juárez de México y, según sostiene en el libro, el Nobel lo esperaba. Tras un saludo cordial "Popeye" le entregó la carta, recordándole que el deseo de Escobar Gaviria era que se la hiciera llegar a Fidel Castro. García Márquez se la recibió y le dijo: "Así se hará". También cuenta Velásquez Vásquez que el escritor lo invitó a una tertulia en su casa, pero que se excusó de asistir porque debía proseguir hacia Estados Unidos a cerrar el negocio de compra de un misil. El negocio nunca se cerró y el jefe del Cartel de Medellín terminaría consiguiendo la sofisticada arma en Panamá. Nunca se usó porque fue imposible conseguir la ojiva de este aparato que años después, asegura "Popeye", la policía encontró pero jamás fue comentado a los medios de comunicación.
El libro ofrece numerosos detalles sobre los vínculos de Escobar con Raúl Reyes, hermano de Fidel Castro y de cómo la ruta para el tráfico de drogas que se mantenía con su visto bueno se vino abajo luego de que la DEA descubriera uno de los cargamentos. Escobar, asegura alias "Popeye", abrió entonces nuevas rutas a través de las Bahamas, para continuar atendiendo el mercado norteamericano, pues nunca le interesó verdaderamente el mercado europeo.
En cuanto al tema de las relaciones entre el M-19 y Pablo Escobar, "Popeye" asegura que los líderes del M-19 Alvaro Fayad e Iván Marino Ospina pidieron colaboración del capo para atacar el Palacio de Justicia y vengarse del presidente Belisario Betancur por haber incumplido un cese al fuego. Escobar prestó su colaboración y pidió aprovechar la entrada al Palacio para darle un golpe a la extradición. Según Velásquez Vásquez, su jefe había recibido información de la gente que tenía infiltrada en las Fuerzas Armadas, sobre una reunión en el Club Militar, entre cinco funcionarios del Gobierno, el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Alfonso Reyes Echandía y los magistrados de la Sala Constitucional, Manuel Gaona Cruz, Carlos Medellín Forero, Ricardo Medina Moyano y Alfonso Patiño Roselli, con la idea de tratar el tema de la seguridad y la protección que necesitaban, particularmente por el delicado asunto de la extradición.
Astrid Legarda relató como oyó de Vásquez Velasquez que Pablo Escobar felicitó a los líderes del M-19 por el proyecto de toma del Palacio de Justicia y les sugirió que pensaran en tomarse después el Congreso. Pablo Escobar aceptó financiar la operación con recursos económicos y armas de su organización, y le dijo a Fayad y Ospina que si le ponían punto final a las extradiciones habría para el M-19 una importante suma extra en dólares.
El libro de Astrid Legarda cuenta cómo la idea era que la toma durara varios meses y que, con esa idea en mente, agentes infiltrados del M-19 pasaron semanas enteras haciendo llegar suministros y alimentos a la cafetería del Palacio de Justicia.
"El verdadero Pablo" estará a la venta a partir de la próxima semana, con el sello editorial Dipón-Gato Azul pues, como comentó Legarda, varias editoriales nacionales prefirieron no publicarlo bajo sus sellos

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