"Minino acústico", un proyecto de espionaje de la CIA
Durante la guerra fría la CIA condujo investigaciones -infructuosas- para utilizar gatos lobotomizados y teledirigidos como espías de cuatro patas, según documentos divulgados el lunes.
WASHINGTON.--- Durante la guerra fría la CIA condujo investigaciones -infructuosas- para utilizar gatos lobotomizados y teledirigidos como espías de cuatro patas, según documentos divulgados el lunes.
El proyecto "Acoustic kitty" ("Minino acústico") figura entre una serie de documentos menos insólitos que dan cuenta del aumento de la vigilancia de Estados Unidos desde el aire y el espacio estimulado por los científicos de la Agencia Central estadounidense de Información (CIA).
Los 44 documentos desclasificados, pero frecuentemente censurados, son difundidos a través de internet por la agencia de Archivos de Seguridad Nacional, un organismo de investigaciones independiente, que los obtuvo gracias a la ley estadounidense sobre la libertad de información.
El proyecto de los gatos apuntaba a entrenar a esos animales -de conocida rebeldía ante el adiestramiento- para que puedan ir discretamente a escuchar a blancos enemigos.
"Abrieron el gato en dos, le pusieron las baterías y los cables, y utilizaron la cola como antena. Hicieron un monstruo", pero el animal terminó aplastada por un taxi, según un informe de 1967.
Juzgado inicialmente como imposible, el proyecto de los felinos fue abandonado como impracticable.
Los documentos, que cubren la segunda mitad del siglo XX, fueron obtenidos por el investigador Jeffrey Richelson con vistas a una obra sobre la ciencia y la tecnología en la CIA.
A través de estas páginas se puede seguir las discusiones sobre los aviones espía U-2 mientras sobrevolaban la Unión Soviética y los países comunistas que salieron a la luz entre la CIA y la ultrasecreta agencia militar NRO (Oficina Nacional de Reconocimiento) a cargo de los satélites espía estadounidenses.
Un memorándum interno de 1975 relata las investigaciones de la CIA sobre los métodos de interrogatorios "especiales", incluidos el aislamiento total y la administración de drogas y productos químicos. En el marco de este programa, llamado "Alcaucil", un militar, Frank Olson, se suicidó en 1953 tras recibir, sin saberlo, dosis de LSD.
Según la agencia de Archivos de Seguridad Nacional, la CIA recurrió también a métodos para intentar "ver" por telepatía las actividades militares de los soviéticos.