Así va Odebrecht en Latinoamérica

Odebrecht fue beneficiada por todas las obras y lucrándose de préstamos del Banco de Fomento Brasileño, la constructora logró expandir sus fuentes de negocios a más de diez países.

Pero sus métodos corruptos para ganar licitaciones se empezaron a conocer en Brasil, con la investigación llamado Lava Jato, liderada por el juez Sergio Moros, que apuntó a más de 70 altos ejecutivos de Odebrecht que en el 2016 decidieron ayudar a la justicia a cambio de beneficios y reducción de penas a las que se enfrentaban.La llamada “delación del fin del mundo” fue una confesión de la que surgió una lista de políticos inactivos, ministros, exministros, diputados, senadores, expresidentes implicados en las corruptelas, que posteriormente fueron investigados y algunos formalmente imputados como el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

La confesión no solo afectó Brasil, ya que alcanzó 12 países más: Colombia, México, Chile, Argentina, Panamá, Angola, Mozambique, Guatemala, República Dominicana, Perú, Venezuela y Ecuador.

En el caso de Perú, las confesiones de ejecutivos de Odebrecht, apuntaron a los expresidentes: Alejandro Toledo, Alan García, Ollanta Humala y al mandatario en ejercicio, el ahora expresidente Pedro Pablo Kuczynski.

Marcelo Odebrecht admitió su culpabilidad ante la justicia norteamericana y aceptó el pago de una multa de 2.600 millones de dólares a Estados Unidos, Brasil y Suiza.

Muy poco tiempo después se conocieron detalles de cómo influenció la constructora en otros países.

En Colombia, Odebrecht afectó dos campañas presidenciales, 11 congresistas y 55 personas más entre particulares y funcionarios.

Los sobornos llegan a la cifra de 94 millones de dólares. Aunque se han identificado a todos los vinculados, muy pocos han sido castigados.

De los 68 implicados, tres han recibido condena y 38 tienen procesos en curso.

La Fiscalía ha abierto 17 líneas de investigación ya que Odebrecht intentó conseguir obras en tres tramos de vías de cuarta generación, en el servicio de agua de Bogotá y en el proyecto para recuperar la navegación por el río Magdalena.

En México, la compañía brasileña Odebrecht habría entregado 10.5 millones de dólares 2010 y 2014, generando beneficios por más de 39 millones de dólares.

Emilio Lozoya, miembro de la empresa petrolera Pemex, fue uno de los primeros inculpados.

Varios medios mexicanos denunciaron que Lozoya recibió 10 millones de dólares en sobornos, cuando fue parte del equipo de campaña del ahora presidente Enrique Peña Nieto y seis millones cuando fue nombrado director de Petróleos Mexicanos, Pemex.

En noviembre de 2017, Raúl Cervantes dejó su cargo como procurador general de la república mexicana mientras afirmaba que la investigación de Odebrecht en México había concluido, sin embargo, aún no ha sido revelada en su totalidad.

Odebrecht llegó a Chile en 1980 con propuestas de puentes e infraestructura para la industria eléctrica. Dos años después renovó el aeropuerto internacional chileno y llegando al año 2000 la constructora OAS llegó a Chile con el plan de unir el país con la isla Chiloe, al sur de la nación, sin embargo, no tuvo éxito.

Las investigaciones desde Brasil y Perú salpicaron a varios funcionarios chilenos, entre estos al ex candidato presidencial Marco Enriquez-Ominami, a quién la constructora OAS le prestó uno de sus aviones.

También se acusó a Michelle Bachelet de recibir dineros para realizar su segunda campaña presidencial.

Recientemente se investiga al empresario chileno Gerardo Sepúlveda que desde 1992 hace negocios con el expresidente Pedro Pablo Kuczynski que se ha visto implicado en fraude entre 2004 y 2007.

En Argentina, Odebrecht reconoció que entre 2013 y 2014, durante la presidencia de Cristina Kirchner, pagó en Argentina más de 35 millones de dólares en sobornos a intermediarios para que, a su vez, trasfirieran dinero a funcionarios del gobierno argentino.

Los sobornos estaban adjudicados a tres proyectos de infraestructura en los que la constructora brasileña obtuvo beneficios por 278 millones de dólares.

Las tres obras son: gasoductos y plantas compresoras, la planta potabilizadora de Paraná de las Palmas para la empresa AySA y el soterramiento del tren Sarmiento.

En enero del 2017, se denunció al director general de la agencia general inteligencia argentina, Gustavo Arribas, por supuestamente recibir 600 mil dólares en el 2013.

El pago se realizó un día después de que se oficializara el contrato para el soterramiento del tren Sarmiento.

También se hizo una investigación patrimonial al empresario Jorge Corcho Rodríguez por hacer parte de la ruta de sobornos por parte de Odebrecht.

El empresario aceptó que su relación con la compañía siempre fue pública y que recibió pagos de la empresa.

En Panamá, a finales del 2016, se creó una fiscalía especial anticorrupción para investigar todo lo relacionado con la constructora.

La investigación se desarrolla entre el tiempo comprendido del mandato de Martín Torrijos, Ricardo Martinelli y lo que va de la administración de Varela.

Un equipo de fiscales panameños ha investigado las cuentas suizas de Odebrecht, el pago de unos 59 millones de dólares en coimas a funcionarios panameños.

Según la procuradora Kenia Porcell asegura que el expediente Odebrecht tiene 364 tomos, 63 imputados de los cuales cinco son ex ministros y dos familiares de un exfuncionario que están vinculados a la obtención de 60 millones de dólares de dinero público.

También hay tres alertas rojas de prófugos de la justicia panameña.