Carlos Mario Aguirre en Mi Banda Sonora

Bogotá

Es imposible hablar del humor colombiano sin referirse a El Águila Descalza. Ahora es una prestigiosa corporación cultural que tiene su propio teatro en el barrio Prado Centro de Medellín. Donde se pasa rico, se toma tinto y se ven chécheres viejos que hacen parte de la historia de los montajes del grupo.

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Pero lo que ahora disfrutamos hasta casi morir de la risa se construyó a punta de terquedad, atrevimiento y sobre todo talento.

Carlos Mario Aguirre no sabía qué quería hacer en la vida. Se escondía de su papá que era la figura de autoridad de su casa, para meterse debajo de las enaguas de su mamá.

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De niño decía que quería ser ingeniero cementador para pavimentar calles. Terminó yéndose a buscar un futuro en una universidad española para estudiar medicina. Cuando llegó, se dio cuenta de que se le había quedado todo en Medellín.

Su primer amor fue la universidad de Antioquia en la que estuvo 12 años como estudiante. Canceló semestres, perdió materias por fallas a causa de la bohemia. Era una relación rara, dañina y edificante, que se terminó sólo cuando su último amor de la vida se lo exigió.

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Cristina Toro llegó a la vida de Carlos Mario como investigadora. Él era de los mejores profesores e interpretaba personajes del teatro clásico como pocos. Su poder en escena la atrajo y la sedujo de tal manera que exigió todo su tiempo para ella.

Ella estudiosa, pila, dedicada tenía dos diplomas. Uno del colegio y otro de la Universidad Eafit. Aguirre llevaba 12 años de estudiante y faltaba un solo examen para por fin salir graduado. El día de ese examen, Cristina se paró en la raya: “¿Usted quiere estar en esa universidad toda la vida o quiere ser actor? ¿Quiere un diploma? Tenga yo se lo regalo. Si usted no llega a ensayar esta tarde por andar en clase, olvídese de mí”.

A partir de ese momento, que partió en dos la historia de Carlos Mario, nació El Águila Descalza.

Antes de que existiera el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, Carlos, de la mano de Cristina, ya llenaba su propia sala con 25 personas. Luego con 50 cuando tumbaron un muro. Poco tiempo después crearon un clásico de nuestras tablas: “País Paisa”, que significó la internacionalización de una forma especial de ver el mundo.

Una mañana de fin de semana Carlos Mario Aguirre estuvo con nosotros en Mi Banda Sonora.

MI BANDA SONORA CARLOS MARIO AGUIRRE

Cobardía-Melcochita

Ansiedad-Nat “King” Cole

Loca Ansiedad-Raúl López

Hágame un tiple maestro-Espinosa y Bedoya

El trompo azul-Susana Rinaldi

La esquina del movimiento-La Sonora Matancera

Canoita-Obdulio y Julián

Un mundo raro-Pedro Infante

Piel Canela-Bobby Capó

El Muñeco de la Ciudad-La Sonora Matancera

Fuga y Misterio-Astor Piazzola

Fruta Amarga-Miguel Caló

La noche que te fuiste-Miguel Caló

Tía Amelia-Roberto Carlos