Él no era ningún guerrillero: familiar de víctima de falso positivo
Para muchas familias, el momento más difícil, es cuando en el reconocimiento del cuerpo, le dicen que era un guerrillero muerto en combate.
Medellín
Era diciembre del 2004, cuando desplazados por los enfrentamientos, esta familia llegó a una pequeña casa del casco urbano del Granada. Recuerda ella que lo que no les pasó en el campo, ocurrió en pleno municipio. Hasta la vivienda llegaron miembros del Ejército Nacional y se llevaron a su marido, quien le aseguró que como él no debía nada, no temía nada.
“Yo le dije, vuélese, vuélese mijo y nada, él me dijo, mija, el que nada debe, nada teme. Eso fue lo que me contestó, yo le dije que sí él quería dejarme solo y me repitió, no mija el que nada debe nada teme y fue en ese momento en que él se fue, me dijo que ya vengo, ya vengo, y nunca volvió, no volvió”, recuerda entre lágrimas.
Fueron cinco días sin que ella supiera sobre la suerte de su esposo, días en los que desesperada buscó ayuda de todos, su familia, la Iglesia y las mismas autoridades. Fue allí cuando se enteró, que lo habían visto, mientras lo torturaban en una vereda.
“En el cebadero, que lo estaban obligando a cargar un palo grueso, que lo bajaron, la gente lo vio, lo bajaron hasta El Roble y de El Roble lo volvieron a subir. Yo no supe más de ahí. Solo que ahí fue donde lo mataron”, contó la mujer.
Fue ahí cuando empezó la parte más difícil, preguntarle al mismo Ejército, el lugar donde estaba su esposa, sin embargo, el desespero y la compañía del sacerdote, le dio la valentía para enfrentar a los verdugos de su esposo.
“Lo llevaron y lo dejaron en el cementerio de Granada. Yo lo reconocí por los dientecitos, porque a él lo torturaron y lo dejaron irreconocible. Cuando lo estábamos llevando al Ramal, le dijeron a quienes lo llevaban, qué para donde iban con ese hijueputa guerrillero, y contestaron que él no era un hijueputa guerrillero, que él veía por su familia, por su esposa, sus hijos y su mamá”.
Esperamos la verdad en la JEP:
Este miércoles, 12 de febrero, el General Mario Montoya Uribe, quien ejerció como comandante del Ejército, de la Fuerza Caribe, de la Primera División y la IV Brigada, llega a la Justicia Especial para la Paz, donde deberá entregar su primera versión, frente al capítulo de los falsos positivos. SEGUIR LEYENDO
Le botaron los documentos para pasarlo por NN
En Santa Ana, corregimiento de Granada, el año nuevo del 2004 no fue muy celebrado, la guerra de guerrillas, paramilitares y Ejército había desplazado a más de la mitad de sus habitantes y el temor por más homicidios era latente. Sin embargo, algunos estaban durante esa mañana en la única cafetería que estaba abierta, cuando escucharon los primeros disparos, de fusiles que estaban en las manos de miembros del Ejército, en medio un muchacho se lanzó al suelo, y de allí fue arrastrado por los soldados. SEGUIR LEYENDO
“Lo que más me duele es que digan era guerrillero”
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