Los indicadores
Columna de opinión de Rafael Vergara Navarro
Los indicadores
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Cartagena de Indias
Las ciudades son organismos vivos que expresan conductas, impactos y cicatrices infligidas por quienes en ellas moramos. La calidad de vida habla del trato que damos a la naturaleza urbana, vital para la salud pública y razón de exigir mediciones precisas y accesibles de haberes y déficit de sus servicios ambientales.
Los indicadores son líneas base que dejan saber cuánto mejoramos o empeoramos, y permiten desplegar alertas y correctivos según la gravedad de la anomalía o crisis a enfrentar. Poder prevenir lo exige.
Ya no es evadible ni se puede ignorar la necesidad de lograr armonía entre la ciudad construida y el medio natural, entre otras, porque es un deber social y estatal vencer el individualismo y la “rentabilidad” que se obtiene con el abuso del capital natural.
En defensa del bien común, la autoridad tiene que mostrar su ejercicio con el poderoso y los que en nombre de la necesidad desconocen o evaden controles desdeñando el daño y el riesgo que fabrican.
A partir de la estructura ambiental del territorio los POTs buscaron reordenar las ciudades y armonizar usos del suelo, sus zonas de reserva, protección y límites. El de Cartagena, complementado con el plan 4C, visualizó encarar el cambio climático adaptándonos al ecosistema y no a la inversa, lo que exige al Estado hacer respetar las normas, educar, reconstruir las defensas duras y blandas para armonizar el uso del suelo y, de verdad, ser sostenibles.
Es que vivir en una ciudad emergida del agua, manglares y corales implica hacer contrición: parar el sacrificio y la informalidad depredadora y con decisión reordenar y cuidar la Casa Común
Más de un millón de seres impactamos el aire, el agua y el suelo. Pese a la inversión de Acuacar en extender el alcantarillado, las aguas residuales o peligrosas siguen contaminando los cuerpos de agua. Requerimos metas e indicadores.
Hay un buen servicio de aseo con un plan de gestión integral ineficiente, por eso la ciudad se ve sucia por doquier. Con un reciclaje casi nulo enterramos 484.302 t/año. No hay política de cambio cultural pero 95% de encuestados por CCV desean reciclar ¿Qué esperamos para atrevernos?
Con crecimiento automotor y congestión en las vías, la emisión de gases de invernadero (GEI), ruido y calor, son indicativos de la necesidad de más correctivos, conciencia y mediciones compartidas.
Requerimos medir calidad del aire en puntos de alto impacto de fuentes móviles y fijas, donde además de gases (GEI) se evalúe el calor de esas islas, mitigables con arborización y medidas de movilidad. Enfrentar el cambio climático exige además del déficit conocer el plan y las metas de silvicultura urbana y de protección, recuperación y resiembra de áreas de manglar.
Urge saber las áreas públicas y parques por habitante.
Arrancó la campaña electoral y lograr cambios de fondo requiere de indicadores actualizados tales como el ruido que tanta violencia genera, la calidad de las aguas y el aumento del nivel del mar.