Nuevas amenazas para los ecosistemas cercanos a Hidroituango
Las dinámicas naturales de la región se verán modificadas a raíz de todos los trabajos adelantados por la hidroeléctrica.
Los trabajos adelantados por el proyecto en el territorio podrían desencadenar cambios importantes para la región, entre los que se encuentran modificaciones en las condiciones climáticas, las corrientes de agua, la humedad y las dinámicas de los ecosistemas.
A pesar de que trabajadores y voluntarios de la empresa EPM luego del cierre de las compuertas a las 6 de la mañana empezaran con las labores de recuperación de peces y otras especies para disminuir el impacto, expertos aseguran que las pérdidas son incalculables.
Orlando Rangel Doctor del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional, aseguró que, “el impacto de la obra es muy fuerte debido a la transformación que ocasionó la construcción, el problema actual recae sobre las riveras que llevarán un flujo de materiales muy fuertes que no sabemos predecir el impacto catastrófico que pudiera presentarse aguas abajo”.
Por su parte, el docente Modesto Portilla de la misma universidad, mencionó que los peces deben estar llenos de lodo y materiales tóxicos que de todas formas normalmente comían, pero que ahora debido al incremento de estos en la represa, deberían hacérsele los estudios biológicos para saber si son aptos para el consumo humano o no.
En cuanto al tiempo de recuperación de los ecosistemas, Rangel añadió que, “antes de 30 años no vamos a tener una fase inicial, sino que a los 70 años es posible que se produzca una bosque secundario, pero tardarían más de 100 años los lugares que puedan recuperarse en recobrar algo de vida, puesto que hay especies vegetales en la zona que tardarían más de 180 años en madurar”.
Portilla también afirmó que “hasta tanto no se vuelva a tener el río en las condiciones que tenía antes de Hidroituango, lo que como es lógico implica el desmantelamiento del bodrio y la restauración del nivel y dinámica del Patrón Mono, no se podrán empezar a recuperar en algo los ecosistemas”.
Rangel concluyó, afirmando que es necesario cambiar la labor primaria de los pescadores de la zona, pues seguramente se replicaría el ejemplo del río Sinú luego de la construcción de la hidroeléctrica de URRÁ, que en 2013 disminuyó su pesca un 50%.
