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90 años de sabor con el Ron Viejo de Caldas

El Ron Viejo de Caldas surgió en 1928 por un encargo hecho por la gobernación del departamento a Ramón Badía

90 años del Ron Viejo de Caldas

90 años del Ron Viejo de Caldas / Industria Licorera de Caldas

Manizales

Celebraciones en diferentes ciudades de Colombia está realizando la Industria Licorera del departamento con motivo de los 90 años del Ron Viejo de Caldas.

El gerente comercial de la empresa, Mauricio Vélez, pasó por el programa Hoy por hoy de Caracol Radio y señaló que este es un producto emblemático para la región, que ha logrado perdurar en el tiempo y que cada vez apunta más a ser un licor de alta calidad.

La historia

El Ron Viejo de Caldas surgió en 1928 por un encargo hecho por la gobernación del departamento a Ramón Badía, un cubano de orígen catalán, quién era experto en rones.

En aquel entonces la empresa, que se dedicaba a la producción de varias clases de licores e incluso perfumes, buscaba un producto estrella que la destacara a nivel nacional.

Fueron claves para el éxito del ron tres factores; el añejamiento a 2.200 metros de altura sobre el nivel del mar, la calidad y pureza del agua y el roble blanco utilizado de manera exclusiva para la elaboración de los barriles que contienen el producto.

La evolución

Inicialmente la producción y envasado del Ron Viejo de Caldas era totalmente manual y su primer envase no tenía mayores medidas de seguridad ni una presentación distinguida.

Con el paso de los años se logró un licor de alta calidad del cual se venden millones de botellas anualmente y que es reconocido, no sólo en Colombia, sino en países como Panamá, Chile, Ecuador, Bolivia, México, España, Estados Unidos y Rusia, lo que le ha valido para obtener varios premios a nivel internacional.

Rones especiales

Esta es la nueva apuesta de la empresa, con el objetivo de deleitar el paladar de los colombianos. Además del ron tradicional, del cual se venden ya presentaciones de 50 centímetros cúbicos en tiendas por valores cercanos a los 3.000 pesos, la empresa se ha dedicado a la producción de rones especiales como el Juan De La Cruz 5 años, Carta De Oro 8 años, Gran Reserva Especial 15 años y el producto estrella León Dormido 21 años, que es un homenaje al Nevado del Ruíz, pues este es uno de los nombres con los que es conocido.

El objetivo es brindar un producto exquisito no solo por su sabor, sino por una elegante presentación que logra cautivar al consumidor para que se decida por este ron tipo premium.

Apertura de fronteras

Esta fue una estrategia de la Industria Licorera para conquistar nuevos mercados y retomar otros que se habían perdido con el paso de los años.

En el 2016 se logró la venta de 800.000 botellas de licor en Antioquia, mientras que ahora la cifra es superior a los 2 millones de unidades anuales, mientras que en Caldas la Fábrica de Licores de Antioquia logra vender unos 100.000 envases por año, por lo que es mínimo el sacrificio y muy positiva la ganancia.

Ahora mismo la compañía se enfoca en recuperar el mercado de la costa atlántica, en regiones como Magdalena, Bolívar, Atlántico, Sucre y Córdoba, que se habían perdido durante el último tiempo, aunque hay algunos departamentos que no dieron apertura a sus fronteras, por lo que no se ha logrado acceder a ellos como es el caso de Nariño y el Valle del Cauca.

Aportes a la comunidad

Las ventas de la destilera local benefician de manera directa a los caldenses, ya que se transfieren a la gobernación cerca de 40.000 millones de pesos por año en impuestos y se espera aportar 30.000 millones más por concepto de transferencias por utilidades.

Estos recursos permiten invertir en salud y educación, a la vez que se patrocinan actividades recreativas y culturales como el Festival de Teatro y la feria de Manizales, además del Once Caldas y el equipo de baloncesto profesional Los Sabios.

Tiempos difìciles

A pesar de las dificultades de las destileras en Colombia, la Industria Licorera de Caldas sigue en constante crecimiento y con un positivo volumen de ventas.

La nueva ley de licores y el código de policía han generado una disminución significativa en el consumo al no poderse realizar en lugares públicos, aunque hay varias alcaldías que son conscientes de la tradición que implica el compartir algunos tragos en las plazas de las poblaciones, por lo que han flexibilizado un poco la aplicación de la norma.

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