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Abogado plantea "desobediencia" para que estadio se llame Herman Aceros

Óscar Humberto Gómez pone de ejemplo la costumbre de nombrar a parques y avenidas de for,a diferente a su designación oficial.

Abogado plantea "desobediencia" para que estadio se llame Herman Aceros

Abogado plantea "desobediencia" para que estadio se llame Herman Aceros / Suministrada

Bucaramanga

El autor de la famosa canción "El Campesino Embejucao", Óscar Humberto Gómez aseguró que no hay necesidad de apelar ni a decretos ni proyectos de ordenanza para que el estadio de Bucaramanga comience a llamarse Herman "Cuca" Aceros como lo pide un sector de la afición del equipo profesional de la ciudad que participa en la Liga Águila.

Gómez dice que la modificación debe darse a partir de un acto de "desobediencia civil" como ha ocurrido con parques y avenidas de la ciudad que teniendo un nombre oficial se conocen más por otras denominaciones surgidas de la sabiduría o la costumbre del pueblo.

"El bautizo de los lugares tiene, inevitablemente, un componente oficial y un componente popular, y solo cuando ambos coinciden existe coincidencia en sus nombres", consigna en su página web.

El jurista pone ejemplos de esta situación. "Así, por ejemplo, el nombre oficial del parque Las Palmas es parque General San Martín, el nombre oficial del parque San Pío es parque Guillermo Sorzano, el nombre oficial del viaducto La Flora es viaducto Armando Puyana, el nombre oficial de la carrera 15 es avenida el Libertador, el nombre oficial de la carrera 19 es avenida Eliseo Camacho o el nombre oficial de la calle 36 es avenida Rafael Uribe Uribe.

"Es evidente, sin embargo, que la inmensa mayoría de nuestra gente ignora lo anterior y, consiguientemente, nadie se cita en el parque General San Martín, sino en el parque Las Palmas", escribe.

"Pues bien: algo idéntico debería suceder con el estadio de fútbol de Bucaramanga, bautizado oficialmente con el nombre del presidente liberal Alfonso López Pumarejo, pero que se quería llamar con el nombre del futbolista bumangués recientemente fallecido Hermánn el Cuca Aceros (o Hermánn Cuca Aceros, como también se le conocía)", plantea el abogado y compositor.

Su teoría es que "no puede quedar en la voluntad solitaria de un gobernante o en el desdén de los miembros de una asamblea el nombre de un lugar representativo de la ciudad y bautizado en su momento con inocultables intenciones de adulación política, cuando las masas populares aclaman el nombre de un hijo sobresaliente de esta tierra".

 

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