Mundial de Fútbol ‘dispara’ venta de gaseosa y pan en Santa Marta

Santa Marta

Como si estuviésemos en Barranquilla, en la ciudad de Santa Marta se impuso la moda del consumo de pan con gaseosa en las tiendas; matrimonio indisoluble de vieja data que llega al paladar con solo 1.500 pesos. Todo ello porque en la región Caribe, la idiosincrasia invita a gozarse los partidos de la Selección Colombia, siempre tomando o comiendo algo.

Es por ello que los tenderos, agremiados en Undeco, se han dado a la tarea de hacer un arqueo en estas primeras dos semanas del Mundial de Fútbol en Rusia, encontrando que la venta del pan y el líquido con alto contenido gaseoso, se ha disparado en estos días.

“Todos pensamos que se podría incrementar el consumo de cervezas aquí en Santa Marta durante en el Mundial, pero dado el horario de la mayoría de los partidos y que además estamos en jornada laboral, lo que está pidiendo la gente en las tiendas a la hora de los partidos, es pan con gaseosa”, detalló Luis Fernando Sánchez, presidente de la Unión de Comerciantes, Undeco.

Y es que desde las primeras horas del día, los samarios están pensando en donde sentarse a mirar el fútbol de élite representado en las selecciones que participan en la máxima cita del balompié en el planeta; y es allí donde las panaderías y similares le sacan provecho a la masiva llegada de personas a sus negocios, para ofrecer el consabido menú currambero: la mezcla de harina, agua, sal y levadura, acompañada de la bebida refrescante y efervescente compuesta por agua y azúcar.

Ahora las panochas, el pan de sal, las "piñitas", de la mano de las gaseosas, le coquetean a la clientela, mandando para la banca de suplentes al cayeye con trocitos de cerdo, la yuca harina con queso rallado y al bocahico frito con bollo de yuca; platos tradicionales para el desayuno en la tierra de los Valderrama.

Es así como el fútbol por estos días en Santa Marta, se está viendo en los televisores pantalla plana, dispuestos por propietarios de tiendas y panaderías, mientras que los estaderos esperan a sus clientes, que aún no llegan.