Exoneran a Santa Marta de millonaria multa por el mercado público

Santa Marta

Luego de varios años de enfrentamiento, el Distrito de Santa Marta ganó el pulso que inició el ex alcalde Carlos Caicedo en contra de la concesionaria del mercado público para recuperar la infraestructura que estaba retenida en las pretensiones de ese contratista que exigía una indemnización de 28.000 millones de pesos.

Este pleito inició en el año 2002 cuando la Alcaldía Distrital de esta ciudad entregó a una empresa privada tres inmuebles de uso público bajo la modalidad de concesión, lo cual estaba prohibido por la Constitución de 1991porque le pertenecían a la ciudad para la construcción de un nuevo mercado público.

Durante años, esa cuestionada contratación se constituyó en el gran elefante blanco de Santa Marta bajo la indiferencia de varios alcaldes y los vendedores y compradores del mercado público se veían obligados a comercializar los productos en la calle, poniendo en riesgo la salud y el medio ambiente.

Sin embargo, en el año 2015, el que en ese momento era el alcalde de Santa Marta, Carlos Caicedo, emprendió acciones legales en contra de la concesión y logró que la justicia administrativa decretara medidas cautelares para tomar posesión de los inmuebles.

En ese debate judicial, Caicedo interpuso una acción popular que puso fin a ese contrato irregular y como consecuencia, la concesionaria del mercado público demandó al Distrito para exigir la indemnización.

Ese proceso luego pasó a tribunal de arbitramento en la Cámara de Comercio de Santa Marta y finalmente se definió en beneficio de la Alcaldía Distrital que ya no tendrá que pagar la multa y recuperó la propiedad donde ya está en funcionamiento la central de abastos.

Al conocer el resultado de esta lucha jurídica, Carlos Caicedo indicó lo siguiente: “Me complace por mi ciudad y por todos los samarios que la justicia nuevamente respalde las decisiones que tomamos en su momento siempre pensando en el interés general y protegiendo el patrimonio público. Le devolvimos a la ciudad el mercado, que era suyo y que nunca debió estar en manos de los privados. Santa Marta cambió desde el 2012 y esta es una muestra más de que sí vale la pena defender lo público de las manos mezquinas de unos pocos que se tomaron la Alcaldía y que quisieron seguir enriqueciéndose a toda costa”.