Ética y valores para aprender de nuestros errores

Cartagena de Indias

El trabajar y vivir desde la ética y los valores suele tornarse en un discurso idealista, pero, muy a pesar del calificativo que pueda recibir estos conceptos, lo que debemos tener claro es que son parte de nuestra responsabilidad. Responsabilidad que inicia desde nuestro rol en la familia y se irradia a todos los momentos y espacios de la vida. Hoy por los escándalos de corrupción, vuelve a ser un tema de moda, que definitivamente debe retomarse no sólo desde el concepto sino en la interiorización del ser y la acción humana.

En este contexto, extendiéndolo al quehacer empresarial, las organizaciones deben asumir un liderazgo que necesariamente implica el compromiso de la alta dirección y un relacionamiento con los empleados y sus aliados, donde es fundamental el rol que juegan los colaboradores de las empresas. Ellos hacen parte de muchas de las decisiones estratégicas de las empresas; pero también de procesos tan cotidianos como lo son la suscripción de contratos, la valoración del recibo de productos, los adecuados informes a las diferentes instancias del gobierno. Allí se requiere no solo del conocimiento en la labor sino de una estructura en valores y una ética profesional y humana que marcan la diferencia para la empresa y su entorno. Este tema no es menor.

Los repetidos casos de corrupción y la interinidad por la que atravesamos, nos hacen percibir un panorama desalentador, pero es nuestro deber como empresarios y ciudadanos, afrontar la realidad con entereza, aprender de nuestros errores y enseñar con el ejemplo, a las generaciones de profesionales venideras, a creer y formarse para no repetir las malas prácticas que hoy nos tiene en esta situación.