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Cataluña… “Un ambiente que asfixia” Carta de una periodista colombiana a Caracol Cúcuta

Aunque es natural de Saravena, Arauca, su formación periodística la inició en Cúcuta donde se proyectó nacional e internacionalmente.

Plaza de España.

Plaza de España.(Cortesía para Caracol Radio. )

Cúcuta

Como periodista siempre trato de escuchar las dos versiones y ponerme en los zapatos de los dos bandos, pero vivir en medio de este ‘rifi rafe’ efecta, no tanto la condición como residente o nacionalizado, sino en las relaciones interpersonales y hasta en el estado de ánimo porque es un tema que cansa y como dicen aquí los españoles, agobia.

Tengo poco tiempo de estar en este país, pero a él, a España, le debo mucho. Me encantan muchas cosas de su cultura, de su gente, de sus ciudades y sobre todo el ambiente alegre de su pueblo, pero hay cosas que aún no dejan de asombrarme y es la falta de patriotismo.

Vivo en la Provincia de Tarragona y al estar dentro de Cataluña he sido testigo del ambiente tan pero tan pesado que se vive por culpa de este referéndum.

Mi esposo trabaja obviamente con muchos españoles, y entre ellos comentan las discordias, enemistades y disputas que se han creado entre miembros de una misma familia, del barrio o edificio y compañeros de trabajo. Cataluña está dividida por quienes quieren, como decimos en Colombia, “armar rancho aparte” y entre quienes desean que Cataluña siga siendo parte de España.

¿Qué papel toman los colombianos en esta disputa? No lo sé exactamente porque esto depende de varias circunstancias: de la condición laboral o académica, del tipo de contrato que tengas, de la posición de la empresa donde trabajas, de lo que te falte para pensionarte, de si has formado familia con un catalán, de si tienes tarjeta de residente o nacionalidad española y del tiempo de estar viviendo aquí, entre otros.

También hay los colombianos y latinos que llevan más de 15 años viviendo en esta comunidad autónoma y aquellos jóvenes que llegaron con menos de 5 años aquí y estudiaron en “modo catalán”.

Ellos, sin llegar a señalarlos y culparlos, simplemente se han envuelto en la cultura en la que a diario se mueven y han tomado partido por “la lucha de la democracia” ¡Y los entiendo! ¡Cómo no hacerlo si en sus colegios y universidades, donde han crecido como personas y académicamente, no cesa el discurso del soberanismo y la supuesta sumisión a la que ha estado sometida Cataluña por siglos y siglos ante el Gobierno de España. ¡Cómo no comprenderlos si se sienten catalanes, si aquí han hecho vida, familia, amigos… si aquí han encontrado oportunidades de vivir mejor ¡normal!

Son muchos los puntos de vista de lo que sucede hoy, pero sin lugar a dudas nos preguntamos ¿si llega a suceder la independencia de Cataluña, qué hacemos? Nos vamos para otra comunidad autónoma o nos quedamos aquí?

Muchos a quienes he consultado optan por lo segundo: necesitan asegurar el pago de sus pensiones y quieren evitar ser parte de una nación a la que probablemente le va a costar mucho adherirse a la Unión Europea, comisión que actualmente basa su opinión en “el apoyo al cumplimiento de la Constitución Española”.

Pero tomar este tipo de decisiones cuesta: Cataluña es la comunidad autónoma donde más oportunidades de trabajo hay, donde tienen su centro de operaciones grandes empresas nacionales e internacionales, tiene un puerto inmenso (recordemos que España es casi completa una península), es la ciudad más cosmopolita y la que más recibe turistas en el país, y la calidad de la educación que ofrecen las universidades catalanas llega a un nivel tan alto que sumando el resto de universidades españolas no alcanzan a llegar a dicho estatus, según una nota publicada por el diario El Mundo.

También debemos tener en cuenta el tipo de gobiernos. Muchos españoles creen que este tipo de controversias e intentos de separarse de España se acabarían con quitarles autonomías a las comunidades y todas se rigieran por el mismo sistema de gobierno, el mismo sistema educativo, de salud, etc.

Son las 5:30 p.m. y hoy domingo, mi esposo y yo, no salimos de casa a pesar de que hay buen clima (no ha entrado el frío con fuerza). No lo hicimos por temor a lo que pudiera ocurrir en las calles, a los enfrentamientos entre los independentistas y la Guardia Civil. Suenan barras, anoche sirenas y crece el número de esteladas (banderas de la independencia de Cataluña) y de España en los balcones ¡Que esto se acabe pronto, por Dios!

Tatiana Celis.

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