Complacencia en Cesar por escogencia de dos magistradas indígenas para la JEP
Entre los 51 escogidos para la Justicia Especial para la Paz, siete son costeños y de ellos, dos son indígenas cesarenses.
La kankuama Ana Manuela Ochoa Arias, quien fue abogada en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en asuntos sobre comunidades indígenas y asesora jurídica del resguardo indígena kankuamo; ahora entra a formar parte del Tribunal para la Paz.
“Mi principal motivación es contribuir en la construcción e implementación de mecanismos y procedimientos de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en articulación y coordinación con la Jurisdicción Especial Indígena – JEI. Así mismo, aportar medidas específicas y diferenciadas para el acceso de los Pueblos Étnicos a la justicia y el establecimiento de procedimientos diferenciados para personas indígenas y Afros víctimas y sobrevivientes en el conflicto armado de cara a la implementación del Acuerdo”, indicó agradecida Ana Manuela.
La segunda seleccionada es la arhuaca Belkis Florentina Izquierdo Torres, abogada de la Universidad Nacional, con maestría y especializada en Diversidad Étnica, quien conforma el grupo de magistrados de Salas de Justicia. Fue la primera mujer indígena, magistrada auxiliar del Consejo Superior de la Judicatura.
Estas designaciones han sido bien recibidas en diferentes estamentos de la comunidad cesarense, especialmente entre las organizaciones indígenas.
Por su parte, la representante del movimiento Voces de Paz, Imelda Daza, opinó que “la lealtad, la ética y la moral no tienen que ver con el origen de la persona, si es costeña, del interior, afrodescendiente, blanca, de todas maneras complace que hayan descollado en esa selección representantes de las comunidades étnicas de la Sierra Nevada cercanas a nosotros. Esperamos solamente que estas magistradas sean dignas representantes de su etnia y de su condición de mujer”.
