En Mompox se brinda con crema de whisky de cañafístula

Cartagena de indias

Lo primero que piensa una persona del común cuando oye mencionar la cañafístula o cañandonga, es en su olor, que causa repulsión. Pero en Mompox, Bolívar, Alexandra Torres Paba quiere acabar con el estigma de este fruto, con el que hace paletas, tortas, y una crema de whisky que poco tiene que envidiarle a las comerciales.

Desde 2016, fabrica la crema de whisky artesanal “Cassi A Grandis”, que lleva el nombre científico de este árbol, natural de las Antillas, aplicando los conocimientos heredados de su madre, una farmaceuta bogotana que se enamoró a la orilla del Río, y se quedó para siempre en Mompox.

“El trabajo consiste en eso, aplicar los conocimientos, para que con productos naturales, podamos suavizar el olor particular que tiene, que es a pecueca”, dice entre risas esta administradora de empresas.

El trabajo es duro, dice, puesto que cada vez se encuentra menos y se da una sola vez al año. “Está casi que en vía de extinción. Se da solo a finales de febrero, y yo reservo el producto para poder obtener la crema de whisky todo el año”, cuenta.

Alexandra no revela los secretos de su licor, pero dice que es un producto 100% natural. “La crema de whisky es un secreto de esta tierra. Con el fruto reservado, la hacemos con Stevia para no utilizar azúcar. Y la receta secreta. Lo hacemos con un excelente whisky, tiene un 15% de alcohol”, señala.

Cada botella cuesta cincuenta mil pesos, pero dice ella que la ganancia no es mucha porque apenas está sacando el fruto a conocer. “Es que el fruto está totalmente subvalorado y estigmatizado por su olor”, apunta.

Alexandra también hace tortas y paletas con cañandonga, y espera terminar los trámites ante el Invima para poder distribuir masivamente su crema de whisky 100% Momposina.