Un campesino murió y dos más resultaron heridos en enfrentamiento entre Ejército y comunidad
La fuerza pública aseguró que respondió a un ataque que provino de un grupo en el Cauca, que se oponía a un procedimiento antinarcóticos.
Destrucción de laboratorios de pasta de coca. (Colprensa/ Archivo)
El Ejército Nacional dijo que respondió al fuego en medio de una operación antinarcóticos en zona rural del municipio de Corinto, hecho en el cual murió un campesino y dos más resultaron heridos.
El comando de la Fuerza de Tarea Apolo del Ejército Nacional emitió un comunicado a propósito de los hechos ocurridos en la madrugada de este jueves, 21 de septiembre, cuando tropas del Batallón de Alta Montaña número 8, “Cr José María Vezga”, realizaban un procedimiento de interdicción, en el que ubican tres laboratorios de pasta base de coca, un semillero de marihuana y otro de coca, al parecer pertenecientes a redes del narcotráfico.
El Ejército dice que al momento de la destrucción de estos laboratorios y semilleros se produce una protesta social con vías de hecho por parte de comunidades del sector, aglomerándose un número aproximado de 150 personas, con el fin de cercar e impedir el procedimiento desarrollado por la tropa.
Durante este hecho se realizaron disparos de arma larga y corta hacia las unidades militares para amedrentar a la tropa, provenientes al parecer de los manifestantes, obstruyendo de esta manera el legítimo accionar del Ejército Nacional en cumplimiento de su deber legal.
En medio del intercambio de disparos murió José Alberto Torijano, coordinador de la Seguridad Campesina del corregimiento de Río Negro, y resultaron heridos Jonathan Alexander Hernández Guevara y Gonzalo Iquinas Perdomo de 21 años de edad.
El ejército agrega que unidades del ESMAD de la Policía Nacional llegaron hasta el lugar de los hechos en apoyo a la unidad militar, para tratar de controlar estos ataques. Por estos sucesos, ya se adelantan las investigaciones de rigor ante las autoridades competentes, con el fin de esclarecer las circunstancias en las que se produjeron.
Frente a la situación, el comando de la Fuerza de Tarea Apolo denunció los actos vandálicos que las comunidades indígenas vienen adelantando contra la tropa, con el fin de evitar el cumplimiento del deber constitucional de brindar seguridad y afectar la cadena del delito del narcotráfico en todos sus eslabones.
Así mismo rechazó tajantemente la comisión de flagrantes delitos por parte de la población civil como el uso ilícito de armas de fuego, utilización de artefactos explosivos, violencia contra servidor público, tentativa de homicidio, entre otros.
