"Estaré en la Uis hasta que me echen": Elena Stashenko

Bucaramanga

Uno de los dos recuerdos más antiguos que tiene la profesora Elena Stashenko de su vida en Rusia, es cuando su padre, un experto en criminalística la llevó al estadio Locomotiv, en Moscú, para inscribirla en un curso de patinaje artístico.

La profesora de esta disciplina rechazó a la pequeña Elena porque era gorda pero una excampeona soviética, quien veía el cuadro, aceptó a la niña en las clases de patinaje de velocidad.

El otro recuerdo de su vida en la Rusia de la posguerra, está relacionado con un hecho que le valió el escarnio público: arrancó imágenes de animales, originarios de Suramérica, de un texto que le dieron en el colegio.

En esa época, la pequeña Elena, hija de un matrimonio de profesionales rusos, estaba lejos de imaginar que iba a terminar como profesora de la Universidad Industrial de Santander, Uis, en Colombia.

A Bucaramanga llegó en 1982, casada con un colombiano y ya con una hija.

Recuerda que a su llegada a Palonegro, vio con angustia la gran cantidad de personas que fueron a esperarlos, hermanos, primos y tíos de su esposo.

La profesora Stashenko se quedó en Bucaramanga; investiga las plantas típicas de la región, como el orégano de monte. Solo piensa en trabajar, hasta los domingos cuando aprovecha para calificar trabajos y leer en la soledad de su oficina.

En el Personaje de la Semana compartió su historia, días después de haber sido declarada una de las 50 mujeres más influyentes, a nivel mundial, en el campo de la ciencia y la tecnología.