Mujer embarazada se salvó cuando ambulancia en la que desplazaba estalló en llamas
Padre de la criatura por nacer debió hacer de conductor porque el responsable nunca apreció y la mujer y su hijo estaban en riesgo.
Desesperado porque su esposa estaba con los dolores de parto y el nacimiento de su bebé debía hacerse mediante operación cesárea, Hélmer Montolla, un joven del municipio de Baranoa, llego a la urgencia de la Clínica Santa Ana de esa localidad para que le atendiera y remitieran a un centro de mayor complejidad.
Al hacerle los primeros exámenes se decide remitirla a Barranquilla, pero la única ambulancia con la que contaba el centro asistencial no tenía conductor disponible, ya que éste nunca respondió el llamado del personal médico y administrativo de la clínica.
En tales circunstancias, y ver que el tiempo pasaba y su esposa seguía con dolores, Hélmer decide ofrecerse como conductor, pues cuenta con la licencia para ello, y debido a la emergencia, la administración de la clínica accedió.
Al salir a la vía La cordialidad, el automotor comenzó a presentar fallas y a desprender un fuerte olor a quemado, por lo que Hélmer decide parar la marcha, y hacer que los ocupantes, es decir su esposa, una hermana de ésta y dos auxiliares de enfermería, descendieran del vehículo y ponerse a salvo.
En cuestión de segundos el automotor estalló en llamas sin que el conductor y padre del bebé por nacer, pudiera hacer nada, pues según contó el extintor que había dentro de la ambulancia fue insuficiente y no halló quien le facilitara otro.
Mientras tanto un amigo de la familia, a quien el padre llamó para que los auxiliara llegó al sitio en un vehículo particular y llevó a la mujer parturienta y demás acompañantes hasta la clínica en Barranquilla.
Hélmer Montolla dijo que una ambulancia llegó al sitio, pero sus responsables no aceptaron traer a la mujer a Barranquilla.
Finalmente la esposa de Hélmer llego a salvo a la clínica en Barranquilla y el bebé nació tras la operación cesárea a la madre.