Desde cárceles de Boyacá, usan taxistas para que reciban dineros producto de extorsiones

Tunja (Colombia)

El CTI Gaula Boyacá, ha dado fuertes golpes a los extorsionistas en esta región. Los delincuentes al parecer se han percatado, que el gaula hace un especial seguimiento a quienes cobran en las empresas de giros nacionales los dineros, y así dan con el paradero de varios extorsionistas.

Por eso los delincuentes, en su mayoría internos de cárceles de Boyacá, han aplicado en los últimos meses una nueva modalidad de extorsión, que ya fue advertida por la Fiscalía, y que ya produjo su primera captura, la de una mujer en un sector de Suba, en Bogotá.

Se trata de usar a taxistas como ‘gancho ciego’ para recibir el dinero producto de múltiples extorsiones.

Los presos, usan sus extensiones delincuenciales en la calle, contratan a taxistas para que realicen un aparente servicio especial a municipios de Boyacá.

Los delincuentes se comprometen a consignar el pago por ese servicio a nombre del conductor inocente de la situación. Sin embargo el taxista resulta recibiendo sumas millonarias de dinero, que no hacen parte del pago a su trabajo, sino que son la suma de decenas de extorsiones realizadas a ciudadanos en Colombia.

Los delincuentes exigen al taxista la devolución de la millonaria suma, y desaparecen. Por eso, las autoridades piden a ciudadanos que denuncien todo tipo de extorsiones, antes de pagar.

Por usar taxistas como 'gancho ciego' para cobrar extorsiones, ya hay una captura 

En el barrio Orquídeas de la localidad de Suba en la ciudad de Bogotá, unidades del CTI Gaula Boyacá, con apoyo operativo de Gaula Militar capturaron a Johanna González Laguna, natural de Ibagué -Tolima por el delito de Extorsión.

La capturada pertenece a la Organización delincuencial ' La Red Amarilla'.

De acuerdo con la investigación, la mujer fue capturada “por hechos ocurridos en octubre de 2015 en Tunja, siendo la víctima un conductor de taxi quien fue contratado telefónicamente para un servicio a un lugar retirado de la ciudad y una vez allí nuevamente lo llaman y le dicen que ya no necesitan el servicio pero que entregue su nombre y número de cédula para consignarle por una empresa de giros”.

Según la historia, los mismos delincuentes “le envían al conductor una suma muy superior a lo que le deben, y le exigen que tome lo que corresponde, y que luego envíe el excedente a la capturada, utilizando al taxista como ‘gancho ciego’ para recibir dinero producto de la Extorsión”.

La capturada, en las audiencias concentradas, aceptó cargos por el delito de Extorsión Agravada y fue cobijada con Medida de Aseguramiento.