Millonaria inversión en Cundinamarca para superar el desabastecimiento de agua

Siguen los inconvenientes por el suministro de agua en varios municipios del departamento de Cundinamarca. Los habitantes de La Mesa, por ejemplo están preocupados, aseguran que es una problemática que enfrenta la región desde hace más de 25 años.

La quebrada Honda, es el principal afluente que se encarga de proporcionar el servicio para más de 60 mil habitantes de los municipios de la Mesa y Anapoima, sin embargo, solo dos veces por semana se puede bombear agua del acueducto, en promedio 35 litros, una cifra que no atiende las necesidades de la comunidad, si se tiene en cuenta que se requieren más de 85 litros diarios.

Frente al tema el gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey, anunció una inversión de 1.5 billones de pesos, para agua potable, planes maestros de acueducto y alcantarillado, así como la puesta en marcha del proyecto del embalse de Calandaima, para prevenir las inundaciones por desbordamientos de ríos Bogotá y Calandaima, y la sequía que todavía se presenta en Tocaima, Apulo, Viotá, El Colegio y Anapoima.

El gobernador entregó detalles sobre las fechas de inicio de obras y aseguró que en el mes de agosto iniciaría el proceso licitatorio para la ejecución del embalse de Calandaima, que costaría más de 54 mil millones de pesos. 

El mandatario explicó que con la reformulación de un proyecto por 21 mil millones de pesos se espera vincular a varios municipios de Cundinamarca con la Empresa de Acueducto de Bogotá.

Frente al tema el gerente de la Empresa de Acueducto de Bogotá, Germán González, explicó cómo funcionará la venta de agua en bloque que, según lo señaló el funcionario, les permitirá proveer de agua potable a sus habitantes.

Con el proyecto del embalse de Calandaima la Gobernación quiere borrar la huella que dejó el acueducto Anapoima-La Mesa, que fue ideado en 2006 durante la gobernación de Pablo Ardila y que fue ejecutado por el grupo Nule. Sin embargo, nunca fue entregado. La Contraloría Departamental encontró para ese entonces un detrimento patrimonial de por más de 31 mil millones de pesos.