Con la moto llevo domicilios y el sustento a mi casa

Bogotá

Carlos Pedraza es el domiciliario de una farmacia que funciona en el barrio Quiroga, en el sur de Bogotá. Ese es su trabajo, su forma de vida y, según dice, la fuente de ingresos para alimentar a su familia compuesta por cinco personas: su esposa, dos hijos, su madre y él.

Es consciente de que las motos son peligrosas, pero dice que cuando se manejan bien, no generan problemas. "Lo importante es ser prudente, no volarse los paros, respetar los semáforos y conducir a la defensiva", dijo este motociclista de 27 años, quien según afirma, desde hace once años conduce este tipo de vehículos.

"Aprendí a los 16 años en la moto de un primo y manejé sin pase durante tres años; cuando me salió la cédula hice un curso y conseguí el pase", afirmó este joven, quien abandonó los estudios para responder por su hogar cuando su padre murió y su novia quedó embarazada. Entonces solo tenía 20 años "y una obligación grande", según relató.

Ahora, en medio de las polémicas que desatan las motos por los altos niveles de accidentalidad y mortalidad, Carlos cree que el problema no son estos vehículos, sino quienes los manejan y quienes los atacan. "Sí hay motociclistas irresponsables, pero también conductores de carros y buses igualmente irresponsables que nos afectan", señalo.

En Bogotá hay alrededor de 470.000 motos matriculadas y se estima que antes de que finalice el año pueden superar el medio millón, de las cuales, alrededor de 150.000 son usadas para domicilios. Pero además, es un medio de transporte diario para miles de ciudadanas que defienden el derecho a estos vehículos.

En la capital del país en los primeros cuatro meses de este año 2016 han muerto 57 motociclistas por accidentes de tránsito, es decir, en promedio cada 3 días muere un motociclista. Además, 11 motociclistas resultan lesionados diariamente.

Las autoridades del Distrito Capital afirman que si estas cifras negativas no bajan, se estudia la posibilidad de imponerles "pico y placa".