Justicia

CÁRCELES

Reclusas de la cárcel de mujeres de Armenia presentaron la obra de teatro “Nuestra Natasha”

14 internas de la cárcel Villa Cristina de Armenia hacen parte del proceso de resocialización

Las mujeres privadas de la libertad participan del concurso nacional de teatro penitenciario

Las mujeres privadas de la libertad participan del concurso nacional de teatro penitenciario / Adrián Trejos

Armenia

Con la canción de las cosas simples de Mercedes Sosa, terminó la obra de teatro “Nuestra Natasha” de Alejandro casona…y que fue interpretada por 14 reclusas de la cárcel de mujeres de Armenia en el teatro de la Cruz Roja.

Estas mujeres, que por diferentes motivos llevan días, meses o años tras la rejas, vivieron por 30 minutos su momento de libertad, sus minutos de protagonismo y como ellas mismas lo dicen su momento de fama…esto gracias al segundo festival nacional de teatro carcelario que desarrolla la fundación teatro interno, el banco de desarrollo de América Latina, el Inpec y el Ministerio de Justicia.

Evelin Zuñiga que lleva más de un año en la cárcel le dijo a Caracol Radio “esto fue muy chévere, una oportunidad de sentirnos por un momento libres y que no nos mires como bichos ratos, sabemos que nos equivocamos, pero queremos salir adelante”

Las tablas, los vestuarios, la puesta en escena, el librero y el maquillaje fue por un día, ese escenario mágico de teatro para las reclusas de la cárcel de mujeres, y claro no ocultaron su alegría.

Adriana Arcila otras de las reclusas expresó “me sentí importante, fue una experiencia única, así este tras la rejas esta posibilidad no la tiene todo el mundo.

En este escenario, no importó la edad, el estilo, la voz, la entonación, solo las ganas de estas mujeres que se alejaron por un rato de las tablas de la cárcel…para las tablas del teatro.

Tras bambalinas, estas mujeres que están privadas de la libertad…alzaron vuelo, y dejaron salir sus emociones luego de la actuación frente a un auditorio que no paró de aplaudir y ellas contaron su experiencia.

Keila Romero otras de las internas relató “una experiencia más en esta vida, gracias a mi padre celestial y a las personas que han hecho posible esta obra, hay química con el cuerpo de uno cuando estoy actuando”

Al finalizar las obra no solo hubo aplausos para estas mujeres, sino lágrimas de felicidad por el deber cumplido de las reclusas actrices como de los ciudadanos, las familias y hasta las directivas del INPEC.

Por eso por algunas horas, estas mujeres pasaron de reclusas a actrices, de un celda, a las tablas de un teatro, e la privación a la libertad, porque por unas horas el teatro traspaso las rejas.

Miriam Granados de 54 años de edad y que también está recluida en la cárcel de mujeres de Armenia le dijo a Caracol Radio “me sentí súper bien, yo tenía aptitudes y gracias al Inpec que nos dieron esta posibilidad”

Estas mujeres privadas de la libertad…regresaron a sus celdas, pero sintieron por unas horas el valor de la vida, del reconocimiento, de las ganas de salir adelante, porque su vida no es una obra de teatro, sino un teatro de vida.

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