A 25 años del acuerdo de paz con el EPL, celebran su aporte al país
Los entonces jefes de la guerrilla y los negociadores del Gobierno se reencontraron hoy en Medellín.

Medellín
Los más reconocidos líderes del desaparecido Ejército Popular de Liberación, EPL, reconocieron en Medellín el esfuerzo, la decisión y el trabajo ejecutado hace 25 años por el gobierno de César Gaviria y los guerrilleros delegados en los diálogos de paz que llevaron a un acuerdo y la conversión en un partido político con el nombre de Esperanza, Paz y Libertad.
Los entonces conocidos como esperanzados incursionaron en la política con la fe puesta el futuro del país. Participaban en actividades que buscaban la plena incorporación de los desmovilizados a la vida civil y al ejercicio pleno de sus derechos, pero se encontraron con graves dificultades, especialmente con la animadversión de ciertos sectores de la sociedad que emprendieron una guerra contra quienes dejaron las armas.
El asesinato de cientos de esperanzados obligó a muchos de ellos a refugiarse en otros países y quienes no abandonaron el territorio nacional debieron ocultarse para evitar ser asesinados, como ocurrió con más de 700 líderes y seguidores de Esperanza, Paz y Libertad, en la zona de Urabá. Estos crímenes en su mayoría son atribuidos a miembros de las Farc, por eso hoy reclaman al grupo guerrillero explicaciones por sus actos.
Durante la ceremonia de conmemoración de este cuarto de siglo de la firma del acuerdo de paz, miembros históricos de esta agrupación guerrillera reconocieron en Medellín que se trató de un proceso exitoso que permitió demostrar la importancia y el beneficio de la negociación política para resolver las diferencias entre los alzados en armas y el Estado.
La ceremonia
En la Plazoleta de las Naciones Unidas en Medellín, al pie de una escultura creada con la fundición de las armas entregadas por el grupo guerrillero, se conmemoraron los 25 años de la firma de los acuerdos de la desmovilización del Ejército Popular de Liberación, EPL, en el gobierno del entonces presidente César Gaviria Trujillo.
Al sitio emblemático de la paz concurrieron líderes del desaparecido grupo guerrillero, el ministro del posconflicto, Rafael Pardo Rueda, y políticos locales y nacionales.
Al unísono destacaron el trabajo político acometido por los desmovilizados después de su participación en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991 y los esfuerzos sociales, especialmente en la subregión del Urabá, donde tuvieron su principal fortín político, pero también donde tuvieron el mayor número de víctimas entre sus militantes y seguidores.
Voces del acuerdo
Los desmovilizados garantizaron que han cumplido con lo pactado en ese momento, con la paz y con su trabajo para buscar los cambios sociales en el país a través de los espacios políticos, como lo aseguró Mario Agudelo Vásquez, quien además logró llegar a la Alcaldía de Apartadó.
“Nosotros, los que hemos querido cambiar es la sociedad por las formas más radicales, tenemos mucho que aportar porque la democracia significa pluralidad, significa diversidad y nosotros también lo aportamos”, declaró Agudelo Vásquez.
El político y desmovilizado advirtió que aunque tanto el gobierno como los antiguos guerrilleros cumplieron los pactos, en el país todavía falta un trabajo mancomunado para trasformar las realidades sociales y políticas que tanto se necesitan.
“El Estado cumplió en lo que pactó, pero no cumple en haber sido socio para las transformaciones. Hoy hay más desigualdad, hoy hay más pobreza; la guerra sucia es peor. Nosotros hemos cumplido, con pocas excepciones algunos volvieron, pero fue una minoría, la gran mayoría regresamos y nos costó muchos muertos”, confirmó el exalcalde de Apartadó.
Por su parte, Gonzalo Sánchez Gómez, desmovilizado que hoy se desempeña como director del Centro Nacional de Memoria Histórica, rememoró cómo la desmovilización permitió grandes cambios en el país con la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, que le dio vida a la Constitución Política de Colombia.
“En cinco años, varias insurgencias firmamos la paz. Fuimos decisivos en la Asamblea Nacional Constituyente. Hay una paz hecha, en muchos ámbitos de la vida política hemos intervenido. Fue una decisión correcta, y seguimos contrayendo paz y respaldamos las negociaciones con las Farc y ojalá con el ELN. Colombia necesita cerrar la guerra y llegar a la paz”, agregó.
El senador del Partido Liberal, Horacio Serpa Uribe, recordó que el proceso con todos los grupos duró cerca de cinco años y destacó que después de dos décadas y media hoy se puede afirmar que fue un proceso exitoso.
“Sí se puede hacer la paz y la convivencia en Colombia. El EPL era un actor grande pero hubo conciencia y llegó a un acuerdo que inició en el gobierno del doctor (Virgilio)Barco y terminó con en el gobierno de César Gaviria, y fíjese que después de tanto tiempo le cumplieron al país”, argumentó el senador Serpa Uribe, quien fue copresidente de la Asamblea Nacional Constituyente.
El abogado y asesor de paz Jaime Fajardo Landaeta, desmovilizado y constituyente,rememoró también las dificultades de ese proceso de paz, las cuales fueron más agudas debido a la salida del EPL de la Coordinadora Nacional Guerrillera, pero aseguró que esa decisión fue necesaria en la búsqueda de un importante objetivo.
“Hace 25 años fue un periodo muy difícil, porque nosotros tuvimos que romper con la coordinadora guerrillera, sacar a un sector que no estaba de acuerdo e iniciamos el apoyo a la constituyente. Los resultados han sido tangibles, hemos tenido representantes a la Cámara, senadores, concejales, alcaldes, hemos hechos alianzas y hemos dejado un legado como el de Urabá”, afirmó el hoy vocero por la paz.
Para Darío Mejía Agudelo, exmilitante del EPL, la conmemoración de hoy también servirá para reiterarle al Gobierno Nacional la importancia de involucrar más a los gobiernos locales en el proceso de paz.
“Si la paz es territorial los alcaldes donde actúa la guerrilla deben jugar un papel fundamental, las comunidades de esos sitios tiene que jugar un papel muy importante, yo creo que esa parte está un poco descuidada”, afirmó el desmovilizado Darío Mejía Agudelo.
Hay una deuda: Rafael Pardo
El entonces asesor en esos acuerdos de paz y hoy ministro del postconflicto, Rafael Pardo Rueda, aseguró que hay una deuda con la verdad sobre los asesinatos en el Urabá.
“La segunda organización que más víctimas mortales ha tenido es (el sindicato)Sintrainagro, que tiene 25 mil afiliados con más de 700 asesinados. Pero este sigue siendo el sindicato agropecuario más importante de Colombia y que ha traído paz y progreso”, afirmó el ministro Pardo Rueda.
El funcionario y negociador de paz hace un cuarto de siglo recordó también cómo inició el proceso de negociación: “la primera noticia de que había la posibilidad de hablar con el EPL, la obtuve de Antonio Navarro, quien dos días después del entierro de(candidato presidencial) Carlos) Pizarro me dijo que se le acercaron dos personas del EPL que quería hablar con el gobierno. De la tragedia del asesinato del Pizarro se habló de una posibilidad”.
Por último, el ministro resaltó el trabajo de Esperanza, Paz y Libertad, de Sintrainagro y de los desmovilizados que han llegado a ejercer cargos de elección popular, como también los que trabajaron en la creación de la Constitución Política de Colombia en 1991.
“25 años de la firma de un acuerdo de paz, que fue muy difícil desde su comienzo, que fue muy difícil después y que a pesar de las dificultades le ha dado al país grandes hombres y mujeres, que en estos 25 años le ha hecho aportes al país”, sentenció el hoy ministro para el posconflicto, Rafael Pardo Rueda.



