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¿Cuáles son los gozos navideños? Esta es su historia y forma de cantarlos

Los gozos son uno de los momentos más especiales de la novena de navidad, acompañado de palmas, maracas, incluso instrumentos musicales. Conozca cuáles son y su origen.

Canciones navideñas. Foto: Getty Images.

Canciones navideñas. Foto: Getty Images. / Westend61

Si de tradiciones navideñas en Colombia se habla, la novena de navidad o de aguinaldos es una de las más importantes. Única entre las tradiciones del continente y el mundo, tiene cerca de 300 años de historia.

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La novena de navidad hace parte de una serie de rituales y costumbres que acompañan las celebraciones decembrinas. Se reza a partir del 16 de diciembre y es un modo de preparación al nacimiento de Jesús.

Tiene gran fuerza dentro de la religión católica, pues de allí viene su origen. Fue escrita por un religioso ecuatoriano y a esa versión se añadieron detalles como los gozos escritos por una monja colombiana.

A la lectura de la novena se suman los demás detalles propios de la época y de las reuniones familiares: la gastronomía típica, con delicias como la natilla y los buñuelos, la música bailable, entre otras.

Pero al hablar de sobre la novena de navidad, uno de los espacios de reunión más conocido y que se desarrolla en las nueve noches previas a conmemorar el nacimiento de Jesús, esta tiene distintos detalles de importante valor.

Uno de ellos son los gozos, una forma de oración que, como su nombre lo indica, alaban, bendicen y exaltan el misterio de la encarnación del hijo de Dios.

Origen de los gozos navideños

La novena de navidad es una tradición colombiana que se remonta al año 1743, cuando fue publicada su primera versión, escrita por Fray Fernando de Jesús Larrea.

El religioso franciscano nació en Quito (Ecuador), en el año 1700, y falleció en Cali (Colombia) en el año 1773.

La señora Clemencia de Jesús Caycedo Vélez, fundadora del Colegio de La Enseñanza, en Bogotá, pidió al religioso que escribiera un texto especial para preparar las fiestas navideñas.

Años después, la madre María Ignacia, una monja colombiana que hacía parte de la misma institución, tomó el texto original y lo completó, añadiendo nuevos elementos como los gozos navideños.

El nombre de pila de esta religiosa era Bertilda Samper Acosta, hija de José María Samper Agudelo y Soledad Acosta de Samper, una de las escritoras más importantes de la literatura colombiana y latinoamericana.

La versión de la novela mejorada por la madre María Ignacia se publicó en el año 1886. Desde entonces se reza la novena y se cantan los gozos incluidos en ella.

Esa fue la última modificación que se hizo al texto, que al día se sigue rezando con oraciones típicas a la Virgen María, San José, el Niño Jesús, los mencionados gozos navideños, entre otras.

Gozos navideños

¡Dulce Jesús mío, mi Niño adorado!

¡Ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto!

1.

¡Oh Sapiencia suma del Dios soberano,

que a infantil alcance te rebajas sacro!

¡Oh divino Niño, ven para enseñarnos

la prudencia que hace verdaderos sabios!

2.

¡Oh, Adonaí potente que a Moisés hablando,

de Israel al pueblo diste los mandatos!,

¡Ah, ven prontamente para rescatarnos,

y que un niño débil muestre fuerte brazo!

3.

¡Oh raíz sagrada de Jesé que en lo alto

presentas al orbe tu fragante nardo!

¡Dulcísimo Niño que has sido llamado

lirio de los valles, bella flor del campo!

4.

¡Llave de David que abre al desterrado

las cerradas puertas del regio palacio!

¡Sácanos, oh Niño, con tu blanca mano,

de la cárcel triste que labró el pecado!

5.

¡Oh lumbre de oriente, sol de eternos rayos,

que entre las tinieblas, tu esplendor veamos!

¡Niño tan precioso, dicha del cristiano,

luzca la sonrisa de tus dulces labios!

6.

¡Espejo sin mancha, santo de los santos,

sin igual imagen del Dios soberano!

¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado

y en forma de niño da al mísero, amparo!

7.

Rey de las naciones, Emmanuel preclaro,

de Israel anhelo, pastor del rebaño!

¡Niño que apacientas con suave cayado,

ya la oveja arisca, ya el cordero manso!

8.

¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto,

bienhechor rocío como riego santo!

¡Ven, hermoso Niño, ven, Dios humanado

luce, hermosa estrella, brota, flor del campo!

9.

¡Ven, que ya María previene sus brazos,

de su Niño vean en tiempo cercano!

¡Ven, que ya José, con anhelo sacro,

se dispone a hacerse de tu amor sagrario!

10.

¡Del débil auxilio, del doliente amparo,

consuelo del triste, luz del desterrado!

¡Vida de mi vida, mi dueño adorado,

mi constante amigo, mi divino hermano!

11.

¡Véanse mis ojos, de ti enamorados

bese ya tus plantas, bese ya tus manos!

¡Prosternado en tierra te tiendo los brazos,

y aún más que mis frases, te dice mi llanto!

12.

¡Ven, Salvador nuestro, por quien suspiramos!

¡Ven a nuestras almas! ¡ven, no tardes tanto!

Tenga a la mano los gozos navideños y acompañe con las palmas ese momento tan especial de la novena de aguinaldos, en las reuniones familiares y de amigos, previas a la navidad.

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