Relleno sanitario La Glorita de Pereira tendría vida útil por cerca de 3 años
En el vertedero ubicado en el corregimiento de Combia, desarrollan estrategias para ampliar su capacidad y piden que los ciudadanos aporten a este propósito.
Relleno sanitario La Glorita en el corregimeinto de Combia - Alcaldía de Pereira.
Pereria
Desde las entidades que intervienen en el funcionamiento del relleno sanitario La Glorita, ubicado en Combia corregimiento de Pereira, resaltan que las acciones para mantener la vigencia de este espacio, que se tienen en aproximadamente 42 meses, van más allá de la disposición de los residuos.
En este momento, en el vaso número 8 donde se están disponiendo las basuras que llegan de la capital de Risaralda y otros 24 municipios del departamento y regiones vecinas, se realiza un trabajo de compactación del material recepcionado, con lo que se pretende tener más espacio; además de otras acciones que da a conocer Rhey Mosquera, interventor del vertedero.
“Se tiene una mejora en la Planta de Tratamiento de Agua Residual que es un tren de filtración, nuevos calculadores y la aplicación de peróxido de hidrógeno, con el fin de superar ese límite que bien se tiene manejado de los parámetros del agua, recordando que se tiene una remoción de la carga contaminante del 98 – 99 %, eso con respecto al agua tratada, es decir que va mucho más limpia al punto de descarga final de lo que puede ir la quebrada que circunda el relleno, que es la quebrada La Suecia”, explicó el funcionario.
A diario llegan toneladas de plástico, cartón y otros materiales que pueden ser reutilizados o reciclados desde los hogares, sin embargo, al llegar al vertedero se hace casi imposible su separación, debido a que ya estaría contaminado, de allí la importancia de que las personas aporten con su distribución antes de entregarlo a los camiones recolectores.
Adicional a esta ayuda ciudadana, el relleno sanitario La Glorita cuenta con una planta de tratamiento que captura los líquidos o lixiviados que emiten las basuras, este es conducido por tuberías hacia una laguna de estabilización donde, con un proceso de homogenización, las bacterias consumen la carga orgánica y se genera gas metano que puede ser aprovechable.
Estos lixiviados, luego de un proceso químico y biológico es descontaminado en un 99 %, se transforman en agua reciclada, sirviendo luego para la limpieza de parques y plazas de la ciudad.
